Día 13. Mermaid love 2

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Fue justo en el momento más cliché, Atsushi estaba en la playa con la agencia, ¿Quién los llevo? De alguna forma Francis es compensación, eso incluía a algunos miembros del gremio pero el más interesado en el pequeño tigre blanco era el ex franco tirador Mark Twain; y claro el mafioso quiso darle una sorpresa a su joven pareja, ¿Cuál fue el cliché? Ya lo imaginaran, Akutagawa llego a ver justo el momento donde Mark abrazaba a Atsushi ¿más cliché? Claro, caían juntos a la arena, el pelirrojo encima del albino a medio milímetro de un posible beso. – Jinko – lo llamo teniendo la atención de ambos, Atsushi claro se levantó primero

― N-no es lo que parece

Claro, el cliché jamás podía faltar, pelearon por ello. Atsushi huyó del lugar tras la discusión ocultándose a lo lejos de la agencia, y por algunas rocas, se quedó allí hasta el atardecer y mientras el sol caía por la playa, Atsushi solamente lo miraba nostálgico, suspiro, había pasado toda la tarde sobre su relación con el mafiosos, no tenían mucho tiempo pero siempre peleaban, no era algo nuevo, siempre habían peleado, se conocieron peleando, siguieron peleando y siempre vivían peleando pero entre las peleas siempre había aquel sentido de cordura entre ambos, aquello que broto como una necesidad de hablar y se convirtió en un amor puro. – ¿vas a llorar? – Escucho una voz firme, era idéntica a la de Akutagawa, miro alrededor pero no encontró a nadie – estoy aquí – escucho de nuevo. – Entre las rocas – Atsushi se acercó curioso, entro un poco al agua buscando, el agua no le llegaba ni a las rodillas cuando lo miro recargado en una roca – Hola – le sonrió

― ¿Akutagawa?

― De hecho soy Awuawua

― ¿eh?

― ¿puedo hablar contigo?

― ¿Qué es lo que quieres hablar Akutagawa?

― Que no soy Akutagawa – se quejó molesto – ven, acércate

En cuanto se acerco pudo verlo mejor, la sorpresa hizo a Atsushi caer al agua y al azabache suspirar, extendió su mano – lo vez, no te haré nada, solo soy un tritón, soy Ryu Awuawua ¿Cuál es tu nombre?

― A-Atsushi

― Atsushi, ¿puedo hablar contigo?

― ¿po-po-por qué?

― Bueno, te vi llegar aquí por la tarde, estuviste viendo las olas todo el día pero parecía que ibas a llorar justo ahora, ¿te paso algo?

― Pe-pelee con alguien

― Yo también, con mi esposo. Me quede viéndote por que te pareces a él

― ¿e-eh?

― ¿quieres ir a la cueva de aquí cerca? – suspiro – no suelo hablar con humanos pero... Eres idéntico a él y simplemente no logro entenderlo ¿podrías ayudarme?

― Su-supongo

Aquel tritón idéntico a Akutagawa llevo a Atsushi por la costa hasta una pequeña pero cómoda cueva, la tierra era suave y el agua era profunda, allí el tritón dejo su aleta en el agua y el resto de su cuerpo en la arena, estaba sentado al lado del albino – entonces... ¿me vigilaste toda la tarde?

― Sí, es que eres igual a mi esposo, incluso esos ojos tuyos, son idénticos a él

― Dijiste que querías ayuda en algo

― Si, hoy peleamos – suspiro – Él dice que el reino necesita más libertades pero siento que es contraproducente, los peces trabajan, las barracudas vigilan ¿te imaginas peces con barracudas? O ¿peces peleando contra tiburones?

95 días de verano || BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora