Él es el chico popular de la escuela, frio, misterioso, serio y gran estudiante, y él era un chico deportivo y entusiasta. Un día se armó de valor, tomo coraje, apretó la hoja donde había escrito días atrás sus palabras y cito aquel chico en el jardín, increíblemente, el chico frio e inteligente apareció. Su rostro estaba completamente rojo, el momento había llegado, solo constaba de dos frases
― Akutagawa Ryunosuke, tú... ¡me gustas! – expreso declarándose.
― Lo siento – menciono apenado.
El azabache hizo una reverencia al ver su serio semblante, esté solo se acerco
― ¿Por qué? – pregunto entre lágrimas ― ¿Por qué haces está expresión? – cuestiono afligido.
Era cierto que el rostro del mayor se veía mortificado
La historia es corta y emocional a la vez, Akutagawa Ryunosuke fue un mercenario de la esclavitud de la sociedad, obligado a vestir trajes y ser el mejor de todos. Su meta, su sueño, no existían, era lo que los demás pedían, ¿seguidores? ¿Admiradores? El los miraba por debajo del hombro, no era aceptable, él era un fracaso pues en todos los años había un alumno a quien no podía ganarle. Su eterno rival. Hasta que un día, ese chico hablo serio
― Dazai-san, en estos exámenes...
― ¿Exámenes? – pregunto el castaño ― oh, es cierto. Se acercan – hablo mirando por la ventana
― Dazai-san, los exámenes son importantes ¿Qué lo tiene tan distraído?
Aunque pregunto, jamás tuvo respuesta, no hasta que se asomó por la ventana para ver la ballesta de cupido atravesar su corazón. Era aquel chico albino que se le había confesado un mes atrás, jamás lo había visto antes de eso y ahora podía verlo. El chico jugaba con otros chicos, parecía ser bueno en deportes, estaba frustrado. ¿Qué era ese sentir? Miro a su compañero para conocer la respuesta pero lo que vio en sus ojos solo le hizo arden, su mentor admiraba el juego mientras sonreía tiernamente, ¿lo estaba mirando a él?
Sin poder evitarlo, siguió al chico de cabello blanco con la mirada en cada descanso, su sonrisa realmente iluminaba el lugar, e incluso, llego a sentir una gran molestia cuando veía a su mentor acercársele. Así era cada lunes, miércoles y viernes. Dazai Osamu siempre se acercaba cuando jugaba con sus amigos.
― Necesito tu ayuda – pidió el profesor
― Sakunosuke-sensei ¿Qué necesita?
― Eres el delegado de tercero, hay que contabilizar balones, raquetas y mayas
― Comprendo.
Así fue como el azabache paso la tarde entera contando los balones, las mayas y las raquetas; al finalizar su tarea pudo escuchar a ambos pelirrojos amigos del blancuzco. Decidió esconderse entre balones mientras ellos esperaban al chico de quien hablaban
― ¿no vez a Atsushi más lento?
― Si, sus pases no están firmes – suspiro ― es porque fue rechazado por Akutagawa
― Vamos, debe superarlo. Akutagawa rechaza a todos sean a quien sea.
― Michizou, ¿Qué tal difícil es dejar de amar a alguien?
― No lo sé, solo sé... Que si sigue así perderemos las finales
― Vamos, el equipo es de todos nosotros, mejor ayudemos a Atsushi a superarlo
― Buen punto. No queremos que enferme.
El nombrado arribo con sus amigos, estos lo saludaron efusivamente y pudieron marcharse, mientras el azabache solo se asomó para verlos marcharse ― ¿enfermarse? – se preguntó.
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95 días de verano || BSD
FanfictionEsté apartado tendrá varios One dedicados al verano variación de ship pero más que nada, Shin Soukoku, FukuMori y Soukoku Tranquilos, no les daré revoltijo de Ships