┃𝗥𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 ┃

|𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 4|

◡』"𝐀𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐲 𝐚 𝐭𝐢
𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢 𝐞𝐥
𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐝𝐢𝐚" |⏳

𝐆𝐚𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐩𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐞𝐫𝐫𝐚𝐝𝐚 durante mucho tiempo. No había tenido tal caos en su cabeza durante mucho tiempo. Sobre todo no se entendía así mismo. Esa chica lo abrazo por segunda vez, y por segunda vez el la dejo, ¿Por qué? Su olor aún estaba en aire, y el, aturdido por ell, se quedó mirando el lugar donde la pelirroja había desaparecido. Analizó sus declaraciones; ella le dejo en claro que no solo no le tenía miedo, sino que parecía realmente...¿Gustarle? ¿Es posible que alguien ignore la amenaza que es Shukaku y trate de verlo solo a él, Gaara? No podía responder a la pregunta de quién era esta chica para el y si tenía algún sentimiento positivo por ella, pero tenía que admitir que le gustaba su cercanía, su olor, su tacto...Se precipitada de nuevo ¿Por qué no la mato entonces en el desierto? No tendría que responder esas tediosas preguntas ahora. Sin embargo, sabía perfectamente que no le iría bien. Ella lo intrigaba de alguna manera extraña, no podía dejar de pensar en ella, no podía ignorar ese maravilloso olor que flotaba en su habitación...su olor. Si mirada cayó sobre la cama. Se sentó encima de él y lo acarició suavemente. ¿Por qué lo estaba haciendo? Se sentó exactamente en el mismo lugar que ella. Se recostó contra la pared y se pregunto por qué la pelirroja había estado allí y porque acariciaba la cama. Paso su mano sobre la tela, era suave...pero no tan suave como su piel...Otra vez. Nuevamente sus pensamientos habían ido demasiado lejos. ¿Es una obsesión?

Está vez la noche paso más rápido que cualquier otra. No podía enfocar su mente en nada más que en cierta chica pelirroja que estaba durmiendo en la habitación de al lado. Pero almenos hizo que el tiempo pasara más rápido. Miro por la ventana y se sorprendió al ver que el sol había salido hace mucho tiempo y se lo había perdido. Desde hacía varios años, tal ves desde siempre, había observado el perezoso camino del sol desde el este, ya cada vez se sentía peor y peor, y más y más vacío. Con cada día que pasaba, se dió cuenta cada vez más de que nadie realmente lo necesitaba y que su vida no tenía sentido. Entonces recordó que lo había hecho, que ya había encontrado un propósito: matar, luchar solo por si mismo y amarse solo a si mismo, pero sintió que era solo un intento desesperado por preservar el significado de su existencia. En su corta vida, entendió varias verdades dolorosas: que la existencia sin propósito y esperanzas es solo una existencia vacía, por lo que encontró algún tipo de objetivo y lo persiguió constantemente. Comprendió que todos le tenían y lo odiaban, por lo que debía de responder de la misma manera para no sufrir aún más. Suspiro profundamente. ¿Ahora que? Alguien perturbo un poco su mundo, pero se dió cuenta de que estaba mejor con el, no peor. Se sentó allí por unos momentos más, completamente inmerso en el mundo de sus propias reflexiones sobre eventos recientes.