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𝐄𝐥 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐫𝐫𝐨𝐣𝐨 𝐬𝐞 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐬𝐚 𝐲 𝐚𝐩𝐫𝐞𝐭𝐨 las manos sobre la taza para controlar sus temblores. Una vez más, no pudo evitar el impacto del repentino abrazo de la chica. Su cabello, su olor estaban cerca de el de nuevo, el estaba increíblemente feliz y tranquilo de nuevo. Se dió cuenta que le gustaban sus abrazos, su cercanía. ¿Por qué ella tenía tal efecto en el? Se había hecho esa pregunta por centésima vez y no podía encontrar la respuesta. Incluso sintió que su mirada y su tono eran un poco más cálidos de lo habitual. ¿Por qué? ¿El realmente se preocupaba por ella? Pensó en la pelirroja durante unos minutos hasta que finalmente apareció en la cocina. Su delicioso aroma lleno sus fosas nasales de nuevo.
━¿Podemos ir ahora?━pregunto tímidamente.
Gaara solo asintió con la cabeza. Cuando salieron a la calle, Sayuri guardo silencio. Se preguntó si ella tenía miedo de hablar con el. De hecho, estaba agradecido con ella, no le gustaba estar cerca de nadie más, y la gente que lo rodeaba era suficiente para ponerse su máscara de chico frío, dicha máscara solo se la quitaba cuando estaban solos.
━No se como no te pierdes aquí━dijo la pelirroja. Sintió que no debía hablar cuando estaban fuera.
━Vivo aquí desde que nací━dijo frío.
Sayuri lo miro, su rostro impenetrable. ¿Era ella la única con la que se relajaba a su alrededor? Se preguntó por qué era eso. ¿Que paso antes que se volviera así? Después de todo, no era posible que alguien fuera tan frío de nacimiento. Después de unos minutos, llegaron a un gran edificio de arena con techo circular. El pelirrojo cruzo el umbral y la condujo por muchos pasillos. Hasta que finalmente se detuvo frente a una puerta de roble.
