Capitulo 155 (vuelta a Múnich)

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Narra Anne :

Estoy en el aeropuerto, estoy en el aeropuerto sin lograr entender lo que está pasando, sin digerir del todo lo que salió de su boca y no caigo en cuenta que en tres días era mi matrimonio y ya no sé si será así

-mamá, ¿iremos con mi papá?- asentí saliendo de mis pensamientos

-y te tiene una sorpresa- el sonrío y esa sonrisa me iluminó el alma, es increíble lo que estos niños logran en mi

*pasajeros del vuelo a Múnich, favor de acercarse a la puerta de embarque*

Tome las dos maletas y puse a ken sobre una de ellas, mi niña iba en la cangurera con su cabecita pegada a mi pecho

Jess quedó de cuidar la casa, en lo que volvemos ya que no me iré definitivamente de Madrid kenny ya se acostumbro y yo también, ademas me gustaría que mi niña creciera con esta cultura ya que yo no pude.

Narra Marco:

Es todo, supongo que ya todo quedó en el pasado y debo seguir sin ellos aunque la pequeña lleve mi apellido, la vi nacer, le di su primer biberón, cambié su primer pañal y es mía, es mi hija no de ese imbecil

Kenny, se ganó mi corazón y si así lo quieren también mi apellido todo con que se queden acá conmigo

Y mi Anne, me estoy convirtiendo en lo que vivió antes de mi

¿qué hago aquí? Debo ir por ellos

Tome una chaqueta de el armario y un bolso donde metí ropa al azar con el apuro

-¿aún no te vas?- preguntó jess entrando a la habitación

-tranquila, ya me voy y volveremos pronto- dije cruzándome el bolso

-¿a donde vas?- gritó a mis espaldas ya que baje corriendo las escaleras

-a recuperar a mi familia- cerré la puerta a mis espaldas

Corrí a toda velocidad hasta la conserjería, donde pedí un taxi, no se donde estarán exactamente pero si tengo que recorrer Múnich de arriba a abajo, de un lado al otro lo haré, por ellos lo haré.

Narra Jess :

Fua, vengo recién despertando y ya está todo hecho un caos

No sé si avisarle a Anne porque no sé si ya llegaron o aún no se suben, por otro lado tampoco sé si decirle a Marco donde se quedarán para que no busque por todo Múnich

-vale Jessica, piénsalo bien puede ser mejor idea que le dejes mensaje a Anne y hables con su suegro, Marco no me responderá- me senté en el sofá y le marqué al móvil de Anne pero nada, evidentemente estaba en el avión

Mire la pizarra que está a un lado de la puerta, habían números anotados entre ellos el que necesitaba, bingo

Le marqué rápido y de la misma manera le expliqué lo que estaba sucediendo, él dijo que iría al aeropuerto para hablar con él y que estuviera seguro pero que no podía hacer más

*suena el timbre*

Mire por la cámara y había un tipo, estaba arregladisimo, demasiado para mi gusto pero me recordaba a alguien no podía caer en quien

-hola, dígame en qué puedo ayudarlo- sonreí amable

-hola ¿está Anne?- negué con mi cabeza

-Kendall?- negué nuevamente y su expresión cambió

-¿a donde fueron?- preguntó un tanto preocupado

-no puedo darte esa información ¿eres un periodista o algo así?- pregunté confundida

-no, no tengo nada que ver con el mundo de modelaje- asentí sin entender nada

-bueno, ¿quieres dejarle un recado o algo?- el asintió

-dile que recuperaré a mi hijo, así tenga que derramar sangre- sin más dio la vuelta y comenzó a caminar

-ah y lo olvidaba, dile que obviamente después de esto ella no es mi hermana- siguió su camino sin interrupciones y se subió al auto que estaba aparcado en el frente de la casa

¿Hermana? Anne tenía un hermano pero me dijo que había muerto y que de hecho habían dejado sus cenizas en la playa de valencia.

Narra Anne :

Llevaba una hora esperando fuera del aeropuerto en Múnich, maximilian dijo que tuvo un inconveniente ya que había un gran embotellamiento en la carretera que es la única que llega a aquí

-mami, ya tengo hambre- apoyó su cabecita en la maleta y yo estaba pensando seriamente en tomar un taxi pero realmente no me sé la dirección exacta, no quiero molestar a nadie por lo que no está en mi plan llamar a alguien

-¿qué hago?- hablé en voz baja y moviendo mi pierna porque ya los nervios me estaban ganando, al menos mi nenita estaba profundamente dormida

-¿Anne?- esa voz, me paralice por completo y ni siquiera fui capaz de voltear, mire a ken que abrazo mi pierna

Tome aire, puse una cínica sonrisa en mi boca y volteé

-robert, ¿qué tal?- hablé sin pensar y tapando con mi chaqueta el canguro donde traía a Mariana

-bien, soportando el invierno pero ¿qué haces acá? Te casas en unos días- asentí sin dejar de sonreír

-bueno tuve unos problemas con unos papeles de ken y tenía que resolverlo antes de cualquier otra cosa- corrí la mirada pero él seguía fijo en mí y para peor su sonrisa no se borraba

-¿vendrán por ti?- preguntó acercándose al auto que un ayudante de el aeropuerto conducía

-si, se supone que si- el asintió tomando las llaves que el joven le tendía

-¿te llevo? Podría ponerse a nevar pronto y no creo que les venga bien- dijo mirando mi bulto llamado mariana

Mire a mi niño que me seguía teniendo agarrada de la pierna, creo que no tengo elección, no quiero pero no tengo elección

-vale, si puedes acercarnos a la casa de maximilian te lo agradeceríamos- hablé mientras tomaba la mano de kenny

El tomo las maletas mientras nosotros nos acomodamos en los asientos, no estoy segura de esto pero tampoco puedo poner en riesgo a mis hijos

-bien, ¿están listos?- Kendall me miro

-no, no quiero ir contigo tú eres malo y tratas mal a mi mami- gritó ken

El silencio inundó el auto, mire ken ya que no esperaba esa reacción de parte de él.

Después de la EntrevistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora