Narra Anne :
Entre a la sala donde estaba toda la familia reunida, con toda la familia me refiero a una señora, Igor y una chica rubia
Será que me asuste por nada, que son poquitos
-hola- dije tímidamente y estos sonrieron
-con confianza mi niña que ya eres una más de la familia- dijo la señora indicándome la silla de enfrente
Marco la separo de la meza y yo me senté
-iré por la comida- dijo gilberto
-voy contigo- dijo marco, dejándome sola con su familia
-Anne, ella es estefi- dijo Igor refiriéndose a la chica que estaba a su lado
-un gusto- dijo mientras se paraba para estirar su mano en mi dirección, pero note su vientre abultado
-¿estas?...- ella asintió
-para la semana del 20 de noviembre- sonreí, ya no me sentía tan nerviosa creo que el saber que ahí otra embarazada en casa de Marco me relajo
-ella es nuestra tía- la señora se levantó del asiento y me abrazo
-dime tía, que ya te coji cariño- ya que todos eran muy monos conmigo
Marco llego con la comida y su padre con los refrescos
-y bien, cual es la sorpresa?- dijo gilberto sentándose en la cabezera de la mesa
-bueno...- Marco estaba nervioso, tomó mi mano y la apretó
-Anne, porque no les dices tu?- sentía los ojos de todos sobre mi
-esque...nosotros, nosotros...- no puedo, esto no debería ser así
-¿nos disculpan un momento?- me levante sin soltar la mano de Marco y lo lleve rápidamente a la cocina
Este me abrazo y beso mi cabello, sentía que el corazón se saldría de mi pecho
-si quieres le damos el regalo y ya esta- amaba el echo de que siempre tratara de ayudarme
-que tal si me odian, ni siquiera me se el nombre de tu tía- estalle en llanto, malditas hormonas
-mírame, tu y ese gusanito son lo más importante para mi y eso es lo único que importa y mi tía se llama Isabel- secó mis lágrimas y me beso tiernamente, este hombre es perfecto
-¿todo bien?- era gilberto que entró a la cocina sin previo aviso
Marco tomó mi mano y me puso delante de él
-estamos embarazados- dijo mientras su mano reposaba en mi vientre planisimo
Cerré mis ojos, no sabía cómo reaccionaria ni mucho menos, sentía miedo pero por otra parte sentía alegría de que Marco fuera tan valiente ante su padre
-voy a ser abuelo- dijo mirando el suelo y con sus manos en la cadera
Marco me abrazo mientras esperábamos una reacción de su parte, me preocupe hasta que vi una sonrisa en su cara y soltó una risa de alegría
-ven aquí- dijo tirándome del brazo
-gracias- dijo antes de abrazarme
-ya papá, que tu hijo soy yo- reí
-dos nietos, dos Asensio más- grito alegremente
-¿que ocurre? ¿Porque el griterío?- dijo Isabel entrando un poco asustada
