Narra Anne :
Volví a la butaca pero Kendal no estaba, busque en la cancha y me volvió el alma al cuerpo ahí estaba jugando con Robert y los del grupo
-tranquila Robert vino a por el- una voz mi hizo dirigir la mirada a el asiento que hace un rato ocupaba el pequeño
-si, ya veo- dije volviendo a sentarme mientras dejaba el móvil de Robert en el bolso y miraba cómo reía Kendal ante los nervios que le daba al ver que Robert lo seguía
-tu sobrino es muy mono- hablo con ternura a lo que sólo sonreí
-y ¿Ustedes no tienen hijos?- tenía que sacar algún tema de conversación si estaría aquí por una hora más
-no, es algo que en verdad hemos intentado pero no se da- asenti pensando lo triste que debe de ser tratar de concebir un hijo y no poder
-¿Y ustedes? ¿Les gustaría tener?- sentí algo frío recorrer mi cuerpo, Annette Meier siendo Mamá y Robert siendo el papá de esa criatura, en que estoy pensando nisiquiera hemos llegado a eso
-disculpa si dije algo que no debí- se disculpó a lo que negué riendo
-tranquila, solo que llevamos bastante poco como para pensar en eso tan temprano- asintió y señaló la cancha donde estaban sacando a Robert en una camilla
-ahí no- me puse de pie
Tome las cosas de los asientos y salte a la cancha no era tanta la altura, toque tierra rápidamente y corrí hasta el que ya iba entrando por el pasillo
Kendal me dio la mano y mientras ignoraba todas las miradas entre al pasillo que llevaba al camarin
-Robert, se ve muy mal esto- me detuve a escuchar lo que estaba diciendo el médico
-mejor ve te al hotel, es todo por hoy para ti- Kendal me miró y puso su mano libre en su boca
-¿De que hablas? Tengo que jugar mañana- me sentía mal por el, el estuvo dedicándole todo su tiempo a este partido para darle la clasificación a Polonia
-mira hagamos algo, vete al hotel, descansa un poco la pierna y como ya sabes toda la rutina de gimnasio haz todo y nos vemos mañana antes de el entrenamiento previo para ver que tal vas- no se escuchó respuesta de su parte
Tome la manilla y abrí la puerta el médico me miró, un poco molesto
-este no es lugar para desconocidos y el entrenamiento es privado- no se veía molesto, lo estaba
-eh tranquilo, ella es mi novia y el único desconocido aquí eres tú- avance a donde estaba Robert recostado
Sólo sentí la puerta cerrarse, supuse que el hombre se había ido, ignore lo de novia ya sabía que era un "decir"
-te ayudare en el gimnasio hoy- dije antes de que pudiera decir algo
-si, vamos a entrar mucho y así podrás jugar mañana- se colo el pequeño a la conversación
Sólo sonrió y me tomo la mano para dejar un beso en ella
-me iré a bañar, quiero comenzar ese reposo lo antes posible y que termine de la misma manera- lo ayude a ponerse de pie y lo acompañe hasta la puerta
-¿No quieres venir?- pregunto levantando su ceja
-oh vamos, apenas puedes caminar- ambos reímos y sin más entró a la ducha
-por cierto, me encantó como reaccionaste al verme en la camilla- grito desde adentro
Sonreí apenas oí sus palabras, cosas que causaba en mi, cosas nuevas, cosas que sólo el podía llegar a hacerme sentir con sólo palabras.