YOUNGBLOOD

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A la mañana siguiente de tan hermosa noche, Jimin abrió sus ojos con pereza, quería seguir durmiendo pero debía ser un padre responsable, debia llevar a su hijo a la escuela y luego ir a trabajar.

Cuando abrió mejor sus ojos se dio cuenta que Yoongi estaba acostado a la par de él y se recordó de lo que había pasado anoche. Sus mejillas se pusieron calientes y rojitas, no podía creer que tuvo intimidad con su ex esposo y no fue solo una vez tuvieron varias rondas en la noche luego de quedarse dormidos.

Se quedó admirando la belleza de Yoongi por unos segundos, había extrañado mucho esto de despertar al lado de el amor de su vida. El mayor se veía tan bello dormido, Jimin le acaricio la mejilla y le dio un besito en los labios, lo amaba tanto.

Y aunque quería seguir durmiendo a su lado, no podía, ya se estaba haciendo tarde y debía llevar a su pequeño a la escuela. Con cuidado quito el brazo de Yoongi qué estaba en su cintura y se levantó con cuidado.

Se dirigió al baño y se sonrojo aun más al verse su cuerpo en el espejo, Yoongi le había dejado algunas marcas anoche. Jimin negó y sonrio, esto le traía viejos recuerdos. Tomo una relajante ducha, al salir se cambio y arreglo lo más rápido que pudo, aún debía ir a despertar a su hijo. Salió de la habitación tratando de no hacer ruido y se dirigió a la de su pequeño.

Al llegar abrió la puerta despacio y sonrio al ver a Minyin, dormía igual que su papá. Se acercó a él y le dio un besito en la cabeza.

— Buenos días Minyin, despierta — le dio un besito en la mejilla — debes ir a clases, se hace tarde

El pequeño se removió en su cama y abrió sus ojos con pereza — papi déjame dormir más, tengo mucho sueño

— No bebé, levántate no puedes faltar a la escuela — sonrio — debo arreglarte para que vayas bonito y también debes desayunar para que tu estómago vaya llenito a la escuela

Minyin se levantó algunos minutos después, como ya era tarde ya no le alucinaba el tiempo a Jimin para bañarlo así que solo lo limpio con toallas húmedas y luego le puso su uniforme. Una vez listo, padre e hijo bajaron a la cocina, Jimin hizo el desayuno para ambos y también uno extra para Yoongi.

Los dos desayunaron y salieron del departamento casi corriendo, ya era bastante tarde, pero por fortuna llegaron a tiempo. Jimin se quedo observando a su hijo entrar a la escuela y en ese instante su teléfono empezó a sonar, lo saco de su bolsillo del pantalón y sonrio al ver el nombre de Yoongi en la pantalla, de inmediato de contesto y sonrio.

— Buenos días dormilón, ¿ya te levantaste? — Jimin empezó a caminar hacia su auto

— ¿En donde estas?, me dejaste solo, la cama se siente vacía sin ti

— Vine a dejar a nuestro hijo a la escuela, ya era tarde, por poco y no entra. No te desperté porque te veías muy lindo dormido y preferí dejarte dormir un poco más de tiempo

— Bueno esta bien, te voy a perdonar solo por esta vez

— Gracias por su perdón señor Min, no hubiera podido vivir sin que usted me perdonara

Los dos se rieron, se había algo que amaban hacer era bromear de vez en cuando y Yoongi amaba cuando Jimin hacia eso.

— En la cocina te deje tu desayuno, come antes de irte a trabajar — se subió a su auto y arranco

— ¿Ya no vas a regresar?

— No, debo irme al trabajo tengo mucho papeleo

— Esta bien, entonces nos vemos más tarde

— Nos vemos más tarde — sonrio

— Jimin

— Si, dime

— Te amo

Jimin sonrio como nunca lo había echo en esos años, su corazoncito estaba latiendo bastante fuerte en su pecho.

— Yo también te amo Yoonie

Algunos segundos después Jimin colgó la llamada y volvió a sonreír, sentía como si jamás se hubiera divorciado de Yoongi. Todo se sentía tan hermoso y lleno de amor que por unos instantes olvido por todo el dolor que había pasado.

Se dirigió a su negocio, al llegar subió por el elevador hacia su oficina. Saludo a todos y entró, su secretaria ya le había dejado muchos papeles en su escritorio y solo con verlos sabía que sería un día cansado. Pero por lo menos no debía preocuparse en ir a traer a su hijo ya que hoy sus padres se lo llevarían por unas horas y se lo llevarían por la tarde a su trabajo.

Algunas horas más tarde Jimin recibió una noticia que le había echo aun más feliz el día. Su mejor amigo Taehyung lo había llegado a visitar, luciendo tan lindo como siempre y mostrando su característica sonrisa.

A veces Jimin pensaba que Taehyung era como su ángel porque siempre llegaba en los momentos correctos.

— Hola, ¿como estas? — dijo Taehyung y se sentó en el sofá que estaba en la oficina de su amigo

— ¿Bastante bien y tu?, por cierto debo contarte algo

— Eso me suena que tienes un chisme para mi, anda dímelo ya

Jimin se levantó de su escritorio y se dirigió al sofá, se sentó a la par de Taehyung y se quedó viendo el techo unos segundos, no sabía por donde empezar.

— Pase la noche con Yoongi — soltó derrepente

Taehyung abrió la boca asombrado, aún no podía creer lo que acababa de escuchar — no lo puedo creer, ¿cómo?, ¿cuando?, ¿donde?. Eres un diablillo — sonrió con alegría, estaba feliz porque su amigo al fin me había echo caso — quien te viera

— Te hice caso y me deje llevar — sonrio

— Ya vez, yo te lo dije muchas veces, me alegra saber que al fin me hiciste caso. Ustedes dos se aman y merecen ser felices — ahora Taehyung estaba cruzando los dedos para que ellos dos se dieran una oportunidad y también para que Jimin hubiera quedado embarazado de nuevo, el sabía que Minyin quería un hermanito de regalo de cumpleaños y esperaba que sus papis se lo dieran