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Estábamos jugando al piso es lava hace un tiempo, hasta que mamá, Maddie y Joe regresaron, ambas estaban un poco alcoholizadas.

— ¡Hola, mamá, estábamos jugando a la lava! —dice Austin al ver a su madre acercarse.

— ¡Que divertido, mi amor! —dijo mamá.

— Las traje a casa porque bebieron un poco más de la cuenta— dijo Joe sosteniendo a Maddie por el brazo.

— ¡Harry Potter! —Maddie se tira al suelo yendo a buscar el libro — Recuerdo este, Voldemort intenta matarlo un millón de veces y luego Cedric es destruido, pobre Cedric.

— ¿Que tiene la tía Maddie? —pregunta Austin mirando a la mujer desmayada en el suelo.

— Solo tiene que irse a la cama, estará bien— habla Caleb.

— Chicos, ¿quién quiere tomar helado? —dijo Max llevándose a los niños.

— Oye, hombre, puedes... —Joe le habla a Marcus, ambos levantan a Maddie del suelo.

— ¡Blair-Bear! —dice mamá viniendo a mí y me abraza—¿Te has divertido hoy?

— Bastante— conteste sonriéndole— Lo mejor es que te vayas a descansar, yo cuido de los chicos.

— Mi niña siempre siendo tan responsable— contesto mi mamá dándome un beso en mi frente.

Ella se aleja subiendo las escaleras, hasta que Marcus se sienta frente a mí, me miraba hasta que decidió romper el silencio.

— ¿Estás bien?

— Me alegra saber que tengo una tía y un primo, pero, es todo nuevo para mí— admití mirándolo.

— Me imagino cómo te sientes, pero todo va a estar bien— él me sonrío y sinceramente me sentí segura.

— No quería decirte eso, pero te quemaste en la lava.

— ¡Ay, no! Ayúdame, rubia- dijo Marcus intentando fingir morir.

— Hola, siento molestarlos, pero he venido a entregarle esto a Georgia, estaba rara hoy— dice Paul entrando a la casa con un ramo de flores en la mano.

— ¡Ah, sí! Digamos que fue una semana extraña para todos nosotros— dije separándome de Marcus.

— Lo siento mucho... voy a dejar las flores aquí en la puerta— contesta Paul, pero es impedido por Marcus.

— Georgia está ahí arriba, si quieres subir— dijo Marcus, yo lo mire confundida.

— ¿De verdad? ¿No voy a molestar?

— No, puedes subir si quieres— dijo Marcus.

Paul sube a la habitación de Georgia y yo le tiro una almohada a Marcus.

— ¿Por qué hiciste eso? Paul va a ver a Maddie y Joe— me queje enfadada.

— Solo dije la verdad.

...

Al día siguiente, Maddie, Ginny y los niños salieron a comer. Me iba a salir de casa, pero me detengo al darme cuenta de que mi madre estaba en la sala mientras cerraba los ojos con presión.

— Mami, ¿estás bien? —hable entrando a la sala, mamá me mira con una sonrisa falsa.

— Estoy bien, Bear— contesto mamá— No tienes que preocuparte por nada, cariño.

— ¿Segura? Pareces tensa con algo— dije y me siento en la silla a su lado— Sabes que puedes confiar en mí, mamá.

— Lo sé, mi niña— contesta mamá acercándose— Solo necesito resolver un problema con Maddie, ya no nos molestará.

— ¿Que paso? —pregunte y mi madre saca un sobre, ella lo abre y me muestra lo que tenía dentro— ¿Dinero? ¿Por qué le vas a dar dinero?

— Ella nos engañó, Blair. Solo volvió para arrancarnos dinero.

— Mierda.

— Lo sé, pero no podemos seguir teniéndola aquí, puede arruinarlo todo

Escuchamos risas detrás de la puerta y entran en casa con dos tarros de helado.

— ¡Hola! Trajimos helados para los das: nuez y chocolate— habla Maddie poniendo los tarros en la mesa.

— ¿Por qué las maletas están aquí? —pregunta Ginny mirando las maletas cerca de la puerta.

— Se van— contesto mamá.

— ¡No! ¿Por qué? —pregunta Austin.

— Porque es hora de que se vayan.

— ¿Ah, es así? ¿Entonces va a ser así? —pregunto Maddie mirando a mamá.

— Blair, lleva a Ginny y a los chicos arriba— me ordena mamá.

Asiento y hago una señal para que Ginny suba y pronto todos nos vamos a la habitación.

Cierro la puerta de la habitación y nos callamos hasta que uno de nosotros rompió el silencio

— Blair, ¿por qué Georgia está así? —pregunta Ginny.

— Mamá está muy enojada, solo se vuelve aterradora así cuando está muy enojada— añadió Austin.

— Todo va a estar bien, solo tienen que resolver una pequeña cosa, ¿Vamos a jugar algún juego mientras tanto? —pregunte sonriendo un poco.

Los chicos están de acuerdo con la cabeza y voy a la estantería, tomo algunos juegos de mesa y se los entrego.

— Ustedes eligen el juego, ¿de acuerdo? —dije y Ginny me lleva a la esquina de la habitación.

— ¿Por qué Georgia quiere echar a la tía Maddie?

— ¿Por qué has cambiado de opinión? —pregunte confundida— Fuiste la primera persona que quiso que se fueran.

— Conocí mejor a la tía Maddie y parece ser una persona muy agradable, diferente de lo que dijo Georgia.

La mire incrédula al escuchar eso.

— No es confiable, Ginny.

Vuelvo con los chicos y nos quedamos jugando un juego de mesa. No pasó mucho tiempo antes de que Maddie entrara en la habitación, sacando a Caleb.

— ¡Vamos! —exclama Maddie tirando de su hijo.

— ¿Qué? ¡No! —dice Austin mirándolos.

— ¡Mama, no quiero ir! —le ruega Caleb a su mamá.

— ¿Qué está pasando? ¿Qué pasó? —pregunta Ginny.

— Sucedió que su madre sigue siendo la misma egoísta de siempre. ¡Vamos! —contesta Maddie.

Caleb vuelve a la habitación y da un último abrazo en Austin, ver eso me rompió el corazón.

Maddie vuelve a la habitación y tira de su hijo furiosa, Austin corre triste a mis brazos, y yo lo abrazo al mismo tratando de consolarlo

— Tranquilo, todo va a estar bien— murmure acariciando su cabello.

Mastermind | Ginny and GeorgiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora