III Capítulo (Última parte)

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— Usemos a la Julie —pronuncia un joven delgado.

Consiguiendo con ella inmutar a todos en el gran comedor, donde las personas se encontraban dispersos en aquellas frías mesas metálicas.

— ¡Claro! —sonríe Dacy—. ¿Cómo no se nos ocurrió? Ya sé...si la liberamos nos mata —lo mira.

— Es buena idea —entra Harold al comedor junto a su hermano—. Tú dijiste que es mitad humana y mitad Julie...pronto dejará de ser un Julie, hablo de pensamientos...porque hasta ahora no ah recibido ordenes.

— Hablas tonterías, hombre —responde Dacy—. Un Julie nunca dejara de ser uno...aunque sea mitad humana.

— ¿Cómo nos aseguramos eso? —Dale se dirige a todos—. Esa chica, puede ser muy útil, debemos encontrar la forma de persuadirla.

— ¿Ponerla en contra de los Heraldos? Que gracioso, en serio —dice irónica—. Es imposible hacerlo.

— Podemos hacerlo —agrega Harold.

— Nos va a matar —dice entre dientes mirándolo—. Además, la idea que se ponga en contra de nosotros...—alguien la interrumpe.

— Tratemosla como nosotros, como humana...y cuando vea lo que los Heraldos nos ha hecho, se pondrá en contra de ellos ¿o no?.

— Hablan sandeces —se retira Dacy—. Cuando estén siendo asesinados por esa, se acordaran de mis palabras —las puertas se cierran de golpe.

***

Me encaminé hacía mi oficina, estar en una conferencia es muy tedioso, más cuando los problemas rebrotan de nuevo. Y ahora qué me enteré que aquel Aerotren donde mande al Proyecto 006 al exilio fue ultrajado, además del secuestro de ella.

— Sr. Presidente —volteo.

— ¿Qué ocurre, Proyecto 024? —me detengo.

— La doctora quiere hablar con usted, Sr. Presidente —veo que tiene un papel amarillo en su mano—. Además quiere que le entregue esto —extiendo mi mano para recogerlo.

— ¿Y se puede saber para qué quiere hablar conmigo? —observo el mensaje.

— Es sobre la secuestrada Proyecto 006, Sr. Presidente.

— Muchas gracias, Proyecto 024 —término de leer—. Puede retirarse.

— Como usted ordene, Sr. Presidente —se va.

Luego de varios minutos, aun con los folders en la mano se encamino hacía los laboratorios donde la doctora lo esperaba, ¿Qué quería?

— Buenas, Sr. Presidente —dijo amablemente la doctora abriendo la puerta de vidrio.

— Buenas, ¿Se puede saber para qué quiere hablar conmigo? —la mira.

— Solo decirles, que el Proyecto 006 —en una gran pantalla se reprodujo la información—. Desde que fue secuestrada, sus niveles emocionales se están estabilizando...

***

Seguía mirando con indiferencia, se había liberado de una vez de las esposas solo debía esperar el momento para escapar. Aun sigue teniendo la misma regla: Matar a cualquiera que presente resistencia, era simple y nada complicado de realizar para ella. Dirige su mirada de nuevo al señor que se había quedado dormido, pero no estaba solo él...la chica de cabello azulino también se encontraba observándola.

— ¿Ponerla en contra de los Heraldos? —bufa—. Si quieren morir, inténtelo...—musita. Camina hacia el ventanal para ver de cerca a la joven, que seguía sentada como si aguardara a hacer algo.

— ¿No lo crees posible? —irrumpe Harold caminando hacía ella.

— Es imposible, ella nos matara antes que nos percatemos de ello —agrega Dacy.

— Dacy...un poco de fe no hace daño, además...—dirige su mirada a la peliblanca—. Recuerda que ella nació como nosotros...¿por qué tanto odio?

— ¿Qué acabas de deci...? —la impacta contra el ventanal y la apunta con el arma plateada.

— Calla, mierda —jala el gatillo—. Solo estas arruinando lo que con tanto esfuerzo arme, ¿Crees que YO hubiera dejado que esta entrara aquí?

— ¿D-De que hablas? —se percata que el guardián se encontraba inmóvil en el piso con un charco de sangre.

— No necesitas saberlo todo, cerebrito —acerca el arma más a su cabeza.

Baja el arma pero con ella la noquea dejándola en el suelo, levanta su mirada a la peliblanca. Se acerco hacía la puerta para entrar.

— ¿Harold? —interrumpe Dale levantando el arma—. ¿Qué diablos paso aquí?

HazelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora