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Habían pasado tres meses exactos desde la pequeña tragedia. La familia Kim solo vieron esto como un valla que pudieron enfrentar y superar. Ahora ellos se encontraban más unidos que nunca.

De los dos omegas que estaban embarazados. Seokjin era el único que se le notaba su pequeño vientre abultado, había seguido al pie de la letra las indicaciones del doctor.

No tuvo emociones fuertes que lo alterarán y tampoco se acercó a la mansión del cual no tenía ninguna intención de volver.

Su esposo cada día lo llenaba detalles y de muchos mimos al igual que su cachorro que cada vez estaba adaptándose mejor a ser el futuro hombrecito de la casa, quién siempre le decía que si en sus manos estaba en vender su alma al diablo, lo haría sin dudarlo con tal de ver feliz a su familia.

Aveces SeokJin reía sobre las ocurrencias de su hijo, sin duda habían hecho un gran trabajo con él.

Y vaya que lo hicieron demasiado bien ya que les había salido un poco más dramático de lo normal.

— ¡Pa! — llamó el pequeño que estaba recostado entre las piernas de su papi omega.

Obviamente sin lastimar al bebé.

— Dime cariño — habló con dulzura

— Mi hermanito.. ¿ya tiene ojos? o tiene manos.. o mejor aún ¿ya puede escucharme?

Bombardeó con preguntas. Ultimamente se ponía a pensar horas y horas sobre la formación que tenía los cachorros con el paso de los meses.

En la escuela, donde estudiaba los fines semanas no hablaban sobre eso. Y cuando se atrevió a preguntar a uno de sus maestros simplemente le dió a entender que era muy pequeño para tener esa clase de información y que mejor se enfoque a jugar como los niños de su edad.

Fue una batalla perdida. Era cierto que aún no se había presentado pero eso no significaba que no tenga curiosidad por todo lo desconocido. Y más si saber esto podría ayudar a un futuro a su padre.

Definitivamente iba a demandar a ese maestro tonto.

— Creo que aún no, mi amor.

— ¿Y a los cuántos meses podrá escucharme? Quiero que se familiarice con mi voz.

— Lo hará cariño. De eso no debes tener duda, serás como su pequeño ángel protector.

— Me gusta como suena eso — contestó con los ojos brillosos lleno de superioridad.

— Papi..

Nuevamente lo llamó haciendo reír al omega mayor.

— Si amor — respondió divertido

— ¿Cuando lo conoceremos?

— En foto. Probablemente cuando me hagan la primera ecografía, que será dentro de unos cuantos meses. Aproximadamente entre dos o tres meses más.

— Ahora vuelvo.

— ¿A dónde vas? — preguntó

— Es un secreto — rió malvado

— Más bien.. será una sorpresa para mi hermanito. Tengo que trabajar duro en eso, no quisiera decepcionarlo.

Seokjin negó

— Jamás lo harías hijo

El cachorro asintió y fue yéndose en salto en salto muy emocionado hasta el despacho de su padre alfa.

— ¡Papi! — gritó abriendo las puertas sin tocar. Como de costumbre.

— ¿Sucedió algo con papi?

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