LOS FINALES FELICES SI EXISTEN

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- ¡Qué haremos!, ¡Se la llevaron y apuesto que fue Carla!

- En verdad, hoy le tocaba a Leo vigilar.

- ¿Leo? – preguntó Kitty con lágrimas en los ojos.

- Si, es un gato gris atigrado, ojos dorados y trabaja para Félix. Harry sabe de quién hablo por si tal vez no los conocen.

Kitty sabía a la perfección quien era, aquel felino que se atrevió a besar a su hermana sin su consentimiento. En ese momento, le vino otro recuerdo, la vez que pidió una noche con Emma. Estaba más que enojada, sus ojos zafiro irradiaban rabia y desesperación.

- ¡Carajo, donde se la habrá llevado ese desgraciado! – Alex gritaba sin remedio.

- Emm... tal vez- - la pobre Dulcinea quiso hablar, pero no pudo.

- ¡Ella debió acompañarnos, no cuidar!

Todos empezaron a discutir. Harry era espectador de la disputa, mientras Dulcinea contemplaba a Kitty, quien estaba echa bolita en un rincón, llorando y abrazándose a sí misma.

Era imposible creer que ella estaba así, jamás lloraba en frente de otros. Juró no hacerlo.

Dulcinea se acercó a Kitty con cuidado.

- Tranquila – intento calmar el llanto desgarrador de la gata negra – No conozco a... Emma ¿cierto?

Kitty asintió.

- Bueno, ella estará bien si hacemos algo ahora mismo. Traté de decirles que sé dónde está Félix y Leo, están con Jack de seguro.

Kitty la miró instantáneamente, estaban matando dos pájaros de un tiro.

Miró como todos seguían discutiendo y culpándose los unos a los otros.

- ¡CIERREN EL HOCICO Y ESCUCHEN!

El grito de Kitty retumbo en las paredes, provocando un estruendoso eco.

Todos cesaron el alboroto.

- Dinos lo que sabes, por favor – rogó Kitty tomando las manos de Dulcinea.

Dulcinea contó donde podía estar Emma.

- ¡Bien, que esperamos!

Kitty se paró en un segundo y corrió literalmente a donde indico Dulcinea.

Todos fueron detrás de ella.

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Una gata blanca estaba en el piso, tirada.

- Que idiota eres mi vida, sin ofender.

- Claro, no me ofende, nada de lo que salga de ti me importa.

Leo se puso de cuclillas, observándola.

- Esto hubiera sido más fácil si estuvieras conmigo, pero fuiste tan estúpida que no lo decidiste así.

Emma lo empujó, pero él reacciono más rápido, agarrándola fuertemente de las manos.

- Jack estará encantado de verte, tienen temas pendientes que yo sepa.

La agarró de la barbilla y la sacudió bruscamente.

Un ruido se dio. De la oscuridad salió Jack.

- Wow, que entrada más impresionante – provocó Emma.

Jack se acercó a Emma y la abofeteó.

- Deberías guardarte tus palabras, mira que no me estoy acordando que me separaste de mi amada Kitty.

INTRUSO DEL PASADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora