¿Celoso? ¿Que querría decir con eso?
Llevaba un tiempo dándole vueltas a aquellas palabras de Sasuke, ¿él se pondría celoso? ¿Por qué? no había razón para ello. Naruto no creía que hubiera una razón fuerte como para que Sasuke experimentara esa clase de sentimiento, no es como si él dejase que cualquier persona lo tocara y la enfermera es solo una enfermera, ella solo estaría haciendo su trabajo.
Aunque si era bastante sincero, si prefería que Sasuke lo hiciera, siente que tiene una amistad mucho más íntima con él que con alguien más, además que ya es menos incómodo con Sasuke que con alguien más.
Naruto sonrió ante la idea y sus mejillas se colorearon ligeramente, además de que Sasuke es un pervertido de closet y sus bromas y travesuras ya lo llevaron a que lo viera por todas partes, aunque le daba un poco de vergüenza, pero él también ya había visto una que otra cosa, como por ejemplo, sus nalgas redondas y blancas.
No es que él sea un pervertido, pero como le gustaría ponerle las manos encima a ese culo, masajearlo y darle unas buenas nalgadas. Las marcas rojas siempre lucen apetecibles en pieles tan blancas como las de Sasuke.
Aunque Naruto duda que Sasuke se deje acariciar el trasero así como así, y tampoco tiene mucha posibilidad ahora que tiene los brazos de esa menara.
Lo único que no había visto de Sasuke era su pene. Lo cual verdaderamente le parecía algo injusto porque el escritor ya había visto todas las partes íntimas de su cuerpo, y no solo visto ¡A no! Sino que también las había tocado.
Era un escritor pervertido, así que le asombraba como su apariencia lo hacía ver como un hombre ético, serio, elegante y romántico. ¡Ja! Pues no, le gustan las pollas, tiene la boca sucia y también le gusta masturbar penes ajenos.
¿Se masturbará a sí mismo igual que como lo masturbó a él?
Naruto negó con la cabeza ante el pensamiento errático que llegó a él en un momento previsible.
-Naruto – escuchó su nombre y no pudo evitar dar un saltito en el sofá al escucharlo.
-¿Qué pasa? – preguntó con una sonrisa inocente en su rostro, no quería que Sasuke descubriera que había estado pensando en su pene.
-¿No vas a seguir viendo la película? – le preguntó con ceño ligeramente fruncido.
Película…
Es cierto, se supone que estaba viendo una película con Sasuke cuando sus pensamientos empezaron a llenarse de temas referentes a la palabra celos, a sexo, a nalgas blancas y penes.
Quizás si se está convirtiendo en un pervertido, y cabe la gran posibilidad de que todo sea culpa de Sasuke.
Estaban viendo una película de acción, porque a Naruto le encantaban esas, y Sasuke como se había quejado de que la inspiración lo había abandonado ese día, se dejó caer en el sofá y empezaron a ver el filme, juntos.
-Sí, lo siento – apresuró a hablar – es que me quede divagando un poco.
-Si te aburre podemos cambiarla – dijo Sasuke y Naruto negó con la cabeza.
-¿Por una película de terror como la de ayer? no, gracias – se negó recordando cómo le tembló todo del miedo el día anterior, es especial porque al no poder mover los brazos, no se pudo tapar los ojos y a duras penas los cerraba, pero la curiosidad le hacía volver a ver.
-Esa no daba tanto miedo – aseguró Sasuke tranquilamente mientras Naruto lo veía aterrado.
-No importa, además, ya está que se acaba – señaló Naruto con un gesto de la cabeza – ves, ahora viene el beso apasionado con la chica, porque el protagonista siempre se queda con la chica.
-Cliché – murmuró Sasuke bostezando.
-Sí, es cliché – afirmó Naruto – pero los clichés también son buenos. Además a quien no le gustan los besos profundos de esos que te dejan con ganas de más.
-¿Te gustan esos besos? – cuestionó Sasuke ahora fijando su atención en el rostro de Naruto.
-Por supuesto – aseguró Naruto con una sonrisa – no he tenido muchas parejas pero creo que soy bueno en cuanto a besos.
-¿Me lo demostrarías? – cuestionó Sasuke y Naruto abrió los ojos con sorpresa.
Sasuke terminó de recorrer los treinta centímetros que los separaban y se acomodó a su lado, giró su cuerpo hacia él y subió su brazo al respaldo del sofá. El rubio se puso nervioso inevitablemente. Le estaba pidiendo que lo besara ¿No es así? Sasuke quería que él lo besara.
-Soy muy exigente cuando se trata de besos – le comentó el pelinegro – yo te diré si eres bueno o no.
Naruto asintió y se lamió los labios para humedecerlos, en cuanto notó que Sasuke se aproximaba a ellos.
Sintió su aliento cálido chocar contra el suyo y luego la sensación suave y a la vez pegajosa de sus labios. Naruto sintió cosquillas en su abdomen de inmediato. Atrapó sus labios ahora con más audacia y le encantó sentir los brazos de Sasuke acomodarse en sus hombros suavemente mientras se alzaba un poco, quedando de rodillas haciendo que su lengua se colara de inmediato a la boca ajena.
Naruto deseó con todas sus fuerzas poder mover sus brazos para poder tomarlo por la cintura con uno y con su otra mano apretarle la nuca y volver su beso una alegoría salvaje.
Cuando se separó de su boca, Sasuke lo despidió con un mordisco leve en su labio inferior que le hizo sentirse de inmediato excitado. El Uzumaki no quería terminar con ese beso tan rápido.
Los ojos oscuros de Sasuke se veían tan seductores y sus labios tan provocativos que se impulsó hacia arriba y volvió a atrapar sus labios.
Pero Sasuke no le apartó, todo lo contrario, lo siguió dulcemente y alocadamente en cada momento que podía, con sus manos empezó a acariciar su cabello rubio, apretándolo e inclusive tirando un poco de este haciendo gruñir a Naruto en medio del beso.
Sasuke nuevamente se movió y esta vez ocupó un lugar sobre sus piernas, pero Naruto notó de inmediato que se sostenía un poco de sus rodillas para no afincar todo su peso sobre su cuerpo.
Sentir el olor de su shampoo, mezclado con su aroma corporal y verlo justo encima de él, le parecía jodidamente erótico.
El pelinegro rompió con su beso y esta vez puso dos dedos sobre sus labios reteniéndolo allí.
-Déjame recuperar mi respiración – le ordenó con una sonrisilla adornando sus labios. – Eres muy instintivo, se te nota.
Naruto sonrió un poco avergonzado pero sin dejar se observar al pelinegro. Miró su pecho y se relamió los labios con placer. Ahora tenía ganas de besarlo por todas partes.
Descubrir su pecho blanco, besar sus pezones rosados, chuparlos, acariciarlos y morderlos ¡Joder! Le encantaría poder tener a Sasuke bajo su dominio.
Sus besos se reanudaron nuevamente pasado unos pares segundos, y nuevamente dispararon el calor a todo el cuerpo del rubio. No podría decir cuánto tiempo pasaron besándose, ni cómo era posible que estuvieran besándose como si fueran una pareja de amantes.
-Vaya – escuchó a Sasuke decir con mofa en su voz – alguien esta duro por aquí abajo.
-Lo siento – se apresuró a decir Naruto – no era mi intención.
-Está bien – aceptó Sasuke – los besos son los precursores del sexo.
Naruto dejó escapar un gemido cuando empezó a sentir como Sasuke frotaba su culo contra su entrepierna, logrando sin mucho esfuerzo, que su pene se endureciera aún más.
-Parece que estás listo para la acción – comentó Sasuke con una sonrisa – dime Naruto ¿quieres que te ayude?
-¡Claro que sí! – afirmó de inmediato y en sus ojos brilló la desesperación y el deseo.
-Pensé que dirías que no – le dijo Sasuke moviendo sus caderas – siempre me dices que no.
-Pero esta vez lo necesito – le respondió el rubio con determinación – quiero que lo hagas.
-Está bien – volvió a decir Sasuke – ¿sabes? eres bueno en los besos, pero yo también soy muy bueno con la boca.
-¿Con la boca? – preguntó con los ojos exageradamente abiertos al verlo bajarse de sus piernas.
La garganta de Naruto se sintió seca de la nada, tan solo bastó la imagen de Sasuke poniéndose de rodillas entre sus piernas para que empezara a sentirse agitado. ¡Joder!, quería que se lo hiciera. Esperaba que no estuviese jugando con eso, porque si estaba jugando él se enojaría mucho.
-¿No te gusta con la boca?
-¡ME ENCANTA! – Gritó haciendo reír a Sasuke.
-Calma, ya te lo daré.
Bajó su cabeza con lentitud y dejó suaves besos en el bulto que hacía su miembro en su ropa, besaba lentamente y luego, sorpresivamente lo apretaba duro con los labios haciéndole palpitar. Ya Naruto se sentía expectante, era difícil no estarlo cuando inevitablemente tenía la boca de Sasuke Uchiha, su guapo vecino besándole justamente en aquel lugar.
Sintió sus manos tirar suavemente del elástico de sus shorts para irlos bajando, dejando su ropa interior a la vista. Besó nuevamente por encima del bulto poniéndole cada vez más urgido, creando tensión en su cuerpo y aumentando su deseo como si estuviese jugando con él.
Finalmente sacó su miembro y lo sostuvo con firmeza entre sus manos, lo observó con bastante atención y luego pasó un dedo húmedo por toda su extensión erizándole a Naruto hasta el vello de la nuca.
Empezó a apretar su miembro lentamente, lo apretaba y soltaba como si simulase palpitaciones lo cual ponía su miembro a estremecerse de deseo, y cada vez que se sacudía una sonrisa se dibujaba en el rostro ajeno.
Besó el glande con devoción y Naruto juró que tenía ganas de tomarlo con sus manos, que desgraciadamente no podía mover ahora, por el cabello y clavar su miembro por completo en su cavidad.
Follarle la boca debía sentirse como estar en el paraíso.
Su boca se abrió estando aún pegada a su glande, acariciándolo con los labios y metiéndose la punta en su boca, con ese simple acto empezó todo, los movimientos suaves y a veces frenéticos de su lengua sobre su uretra lo ponían a suspirar de necesidad.
Como alternaba de velocidad y le apretaba la base del miembro para ponerlo aún más duro lo volvía loco.
Su boca se deslizó de la punta y recorrió su extensión con suavidad, lamiéndolo con la lengua hasta llegar a la base, donde atrapó sus huevos con la boca y empezó a propinarle caricias que deberían considerarse ilegales.
Sus manos empezaron a masturbarle duro de la nada, sacándole un jadeo seguido de un gemido dulce, mientras sentía sus huevos en el calientito paraíso que era su boca.
Debería estar preguntándose cómo es posible que ambos estén en esa clase de situación ahora si son solo amigos, pero al carajo con eso, Naruto solo estaba pensando en el hecho de que Sasuke tenía sus huevos metidos por completo en su boca mientras movía las manos sobre su miembro con desquiciada lentitud.
Los soltó luego de un tiempo y volvió a atrapar la punta de su miembro, pero esta vez metió un poco más de lo que anteriormente había albergado, y los movimientos de arriba a abajo que empezó a hacer lograron que una sonrisa extasiada se pintara en el rostro de Naruto.
-Um, Sasuke, me siento increíble.
Naruto lo sintió reír, haciendo vibrar su miembro al instante. Era posible que no durara mucho, se sentía peligrosamente cerca de su límite.
Entonces un dedo se posó en su perineo y comenzó a acariciarlo con lentitud aplicando ligera presión en dicha zona. Naruto gimió abiertamente y sin miedo a dejar escapar algún ruido, no sabía que pasaba pero le encantaba, de repente había sentido que se disparaba su placer.
-Sasuke – habló el rubio – puede que no dure mucho más.
-Está bien – le dijo este mientras aceleraba sus movimientos – déjalo salir.
Naruto fijó su miraba en esa boca que nuevamente devoraba su pene con mucha pasión, y no pudo evitar correrse.
Sasuke retiró su boca de su pene y lamió gustosamente una pequeña gota de semen que quedó en la punta de su miembro. Naruto lo escuchó tragar y eso fue por demás satisfactorio.
-¿Qué tal, soy bueno? – cuestionó con una sonrisa.
-Buenísimo – aseguró Naruto – creo que eres el mejor.
Sasuke se rió levemente y le entregó un beso en la frente a Naruto antes de ayudarle a subir sus pantalones.
-Salió bastante – comentó Sasuke limpiándose la comisura de los labios debido a los restos de humedad en su boca – se nota que lo necesitabas.
-No me sirven los brazos – recordó Naruto – hacía mucho que no me tocaba, y que no hayan sido mis manos, sino tu boca fue excepcional.
-¿Te apetece tomar un baño? – comentó Sasuke y Naruto le sonrió. – por supuesto, pero solo si lo tomas conmigo.
Sasuke sonrió y besó suavemente sus labios, haciendo sonreír a Naruto.
Fueron al baño y tal como Naruto le pidió, Sasuke accedió a bañarse con él, o mejor dicho a bañarlo, pues Naruto solo fue sujeto de caricias por todo su cuerpo mientras desnudaba, lo enjabonaba y restregaba por todas partes, haciéndole sentir jodidamente afortunado.
Sasuke incluso le lavó cabello con su shampoo y frotó su espalda con cuidado.
Y a Naruto le pareció que era muy suertudo de que Sasuke haya decidido estar a cargo de él por todo este tiempo hasta que se cure completamente, porque solo Sasuke le podía tocar de aquella manera tan íntima sin que él sintiera que era muy raro, es más, se sentía cómodo con eso.
ESTÁS LEYENDO
Mi nuevo vecino
FanfictionDesde que cumplió la mayoría de edad, Naruto ha vivido su vida de la misma manera, trabajando y trabajando hasta que llegó al punto, en que cayó en la monotonía, todo de él, hasta su vida amorosa, que se había quedado estancada hace años, y ahora co...