13: Dudas

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Decir que su cabeza era una maraña de acertijos era poco, se hallaba a sí mismo complicándose la vida, en cuanto a sus sentimientos se refiere.

Quiere tener en claro lo que quiere para él de manera sentimental. Le gusta su relación con Sasuke cuando se trata de ser amigos, le gusta compartir con él y reírse juntos, pero también le gustan sus besos, sus caricias y como lo toca tan íntimamente.

Le gustaría poder seguir tal y como está, pero eso sería un error, primero necesita aclarar las cosas entre los dos, por los dos. Necesitaba definir la relación que quería con Sasuke, porque lo que él tiene actualmente no tiene nombre.

Quería definir primero que eran. Pareja no podían ser porque para eso existen ciertos patrones, y las confesiones forman parte de ellos, luego está el ser amigos; pero amigos simplemente no eran, ya que los besos y las caricias muy subidas de tono no formaban parte de eso.

Entonces lo más factible es que fueran amigos con derechos, pero tampoco lo habían hablado, y Naruto sentía que algo como eso debía hablarse.

Naruto pensó en hablar con un amigo sobre el asunto, pero fácilmente se sintió algo triste al darse cuenta que el amigo con el que podía hablar las cosas era el mismísimo Sasuke.

Él había sido ese amigo al cual poder contarle sus penurias, pues aunque Naruto conoce a todos en ese pueblo, nadie tiene con él una amistad tan profunda como la de ellos dos.

Entonces ¿A quien debía recurrir si llegaba a tener un problema? ¿A quien recurrir por un consejo en ese momento?

Había contado con Sasuke para eso, y le decepcionaba pensar que si intentaba una relación con él, y fallaba, perdería al único amigo que tiene.

Miró su teléfono con desgana, le dio un sorbo a su vaso de jugo de durazno y volvió a chequear por decimoquinta vez el mensaje que le había llegado hace tres horas.

No lo abría, solamente lo leía por la vista previa y no se permitía darle a la opción “marcar como leído” porque la realidad es que no sabía que responderle a él.

Era un mensaje de Sasuke, con una simple y sencilla pregunta que Naruto no se atrevía a responder aún.

“¿Pasó algo entre nosotros?”

Pasaban un montón de cosas entre ellos, pero parece que él era el único que se martirizaba así mismo con el significado de su relación, Sasuke parecía muy tranquilo.

¿Y si él hacía lo mismo? ¿Era mejor relajarse y seguir con su relación de la manera que es justo ahora y dejar de hacerse preguntas?

Sin duda necesitaba un consejo, de alguien que pudiese comprender las circunstancias por las que él estaba pasando.

Decidió qué no debía seguir allí, deprimiéndose sin hallar una respuesta, por ello se dio una ducha y luego de vestirse un poco mejor que antes, salió de su hogar directo al bar.

Si alguien podía entenderlo, aunque fuese un poco, debían ser ellos dos.

Eran pareja desde hace mucho tiempo y como todo, quizás ellos también tuvieron sus dudas cuándo empezaron su relación.

Sabia que aún era temprano, que el bar abría sus puertas de seis a siete de la noche y que a las cuatro de la tarde, este obviamente no estaría abierto, pero como el bar quedaba al frente de su casa, Naruto debía recorrer el mismo camino.

El rubio llegó al hogar de los dos hombres y tocó el timbre suavemente mientras se mecía de un lado al otro con nerviosismo.

No sabía bien como explicarles su situación, o mejor dicho, tenía un poco de miedo a la reacción de los dos hombres.

Mi nuevo vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora