Mi techo es su suelo la veo cuando escucho. La encuentro y me muero... Su piso es mi cielo me vence aunque lucho, su olor de aguacero...No sabe que existo no advierte que espero un buen empujón del destino...
Mientras tanto soy solo el vecino...
E...
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Entonces sin parecer que el destino me sonríe...
Porque me he topado con él en el ascensor más seguido, porque hasta inclusive paso a dejarlo a la escuela donde él es el asisten de un maestro de baile.
He aprendido mucho de Mikey, esa es la manera en la que me pidió que lo llame, me gusta es algo extranjero, pero en realidad no me va mal, le queda muy bien. También desde aquella vez de la taza de azúcar ha pasado un mes, uno en él que Mikey baja cada sábado a pedir una taza de azúcar a mi departamento.
Excusa mala, sí. Pero igual me la voy a creer.
Estoy seguro de que es por el hecho de que no tiene amigos como él me dice y que le gusta estar con mi gato, ya no es como venir por un café en realidad, porque el último sábado se quedó a comer y se fue hasta pasado el mediodía, diciendo que tenía que practicar.
También me contó que la razón por la que estaba practicando tanto era porque participaría en una competencia dentro de seis meses. Así que estaba dando todo de el para poder aprender una coreografía qué el mismo había diseñado, en un intento de demostraste a si mismo que podría ser más que un simple maestro de baile, porque él quería brillar...
Brillar más de lo que ya lo hace, porque le sale tan natural ser una persona tan llena de vida que cuesta creer que algo como uno de sus sueños no se va a cumplir, no. No pasara porque estoy seguro de que lleva todas las de ganar.
Mi gato ya se acostumbró a que este por aquí y me atrevo a decir que la relación amor-odio que han desarrollado lo lleva a irse por la escalera de incendios y tal vez llegar hasta su departamento por ahí, yo también lo haría, pero sí de por sí ya uno que otro rumor está presente en el edificio respecto a que baja todos los sábados a mi departamento, hacer eso sería como ponerle lumbre a la hoguera.
Y no gracias. Dios tenga piedad.
Me gusta Mikey, eso era obvio desde antes de conocerlo, porque tenía la fascinación por los pies en mi techo, ahora que, sí que es un chico y aparte uno tan bello como él, siento que desarrolle un amor platónico por el mismo, que patético soy. Me rio de mí, porque sé que él no es gay o al menos eso pienso pues tiene en la cartera la foto de una bella chica de cabellos negros, la vi cuando busco una de sus tarjetas para dejarla en mis manos y que anotar su número de teléfono.
"Seamos amigos Kenchin."
Me dijo, pero en realidad a mí me sonó como un "Terminaré con el corazón roto", ni modo, no pleno hacer nada al respecto, porque, aunque no soy masoquista, se reconocer cuando un amor no funcionará, lo digo por experiencia propia, porque el primer amor nunca funciona, así que estoy preparado para todo eso.
Ese día domingo mientras limpio mi casa encontré algo, Mikey suele usar un pequeño collar con un dije de otro, el cual tiene una S, supongo que en día que estuvo jugando con Niako en el sofá debió de haberse caído o no sé, porque lo he encontrado entre los cojines, supongo que mi vecino no es el más perspectivo qué digamos, podría llamarlo amigo, bueno en realidad si lo es, lejos de mi enamoramiento unilateral por él en realidad ya se convirtió en mi amigo.
