_ASÍ ES COMO EMPIEZAN LOS CHISMES_
Lunes, martes y miércoles también...
Ya se volvió jueves, un jueves de noche que solo me indica el último suspiro de la semana antes del viernes, creo que no. No lo pude ver estos días, tampoco me lo tope en el ascensor menos en la entrada y como no estoy todo el día, si hoy práctico no lo escuche, eso solo pasa los fines de semana que estoy libre.
Espere... Espere y espere...
El viernes llego y todos nos despedimos en el taller, algunos iban a casa con sus familias, otros a descansar y festejar el fin de semana, luego estaba yo qué no había nada prácticamente más que hacer las labores de casa y ver como no morir de hambre sábado y domingo. Soy un adulto muy independiente, muy independientemente pendejo.
Porque olvide que la paga no vendría hasta la semana que negra y por consecuencia tendría que recortar gastos, pero se me ocurrió la idea de prestarle plata a Inupi, así que mañana tendré que sobrevivir con lo que tengo en el refrigerador hasta el lunes que me la devuelva.
Entonces sin mediar mucho el sábado llego, ese día desperté con menos ganas de nada, sintiendo mi espalda caliente, no hace falta que me fije, sé que tengo una bola de pelos usando mi espalda como cama, me gusta porque mínimo así tengo un poco de cariño de parte de alguien.
No me quiero levantar hasta que sean las 10, este día más que lavar la ropa no está en los planes, quiero desayunar sí, pero no me quiero levantar de la cama, tengo que ver la manera de hacer todo desde mi cama y así dormir todo el sábado.
Entonces escucho algo que llama mi atención, mi techo hace un ruido, abro un ojo y termino por notar que lo que se cayó debió haber sido algo pesado, porque sonó un golpe bastante fuerte y seco. Entonces el rastre del cielo raso me despierta mientras unos pies dibujan el camino había alguna parte fuera del cuarto de arriba, no tengo que ser idiota, todos los departamentos tienen la misma división.
"¿Se cayó de la cama?"
No creo... O tal vez sí.
Me rio entre dientes aun sin levantarme, me quedo así un rato hasta que el ruido de mi estómago me exige un mísero café al menos antes de terminar de comerse la tripa en automático, así que me levanto caminando arrastrando los pies, había sido una semana difícil entre el trabajo y los pedidos de piezas, voy al baño y me lavo la cara, bajo vista y noto mi cuerpo sin camiseta, suelo dolor así, porque, aunque haga frío se me hace más como meterme bajo las mantas. ¿Será que soy el único que lo piensa así?
Siento a mi pequeño y peludo amigo tallar su pelaje entre mis piernas, su manera sutil de pedir comida me dice que tengo más responsabilidades que yo mismo, quiero y anhelo con todo mi corazón que se quede conmigo toda mi vida, porque él se ha vuelto mi única compañía.
—Ya voy—Le suelto cuando maúlla más fuerte para llamar mi atención, parece automático porque se va sin esperarme a la cocina.
Entonces después de ponerme una toalla en los hombros salgo camino a la cocina, más dormido que despierto, porque así son mis sábados, no funcionó bien hasta después de mediodía.
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LA BAILARINA VECINA (DRAKEY) (TERMINADA)
Hayran KurguMi techo es su suelo la veo cuando escucho. La encuentro y me muero... Su piso es mi cielo me vence aunque lucho, su olor de aguacero...No sabe que existo no advierte que espero un buen empujón del destino... Mientras tanto soy solo el vecino... E...