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Había soñado tantas noches con él, que ahora que de verdad está pasando se me hace casi imposible de creer, pero, sus manos tirando de mi cabello suelto, las mías apretando su cintura, mi cuerpo sobre el suyo con apneas la ropa desarreglada en ell...

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Había soñado tantas noches con él, que ahora que de verdad está pasando se me hace casi imposible de creer, pero, sus manos tirando de mi cabello suelto, las mías apretando su cintura, mi cuerpo sobre el suyo con apneas la ropa desarreglada en ellos se siente como volar.

Si es un sueño, quien me despierte va a ser golpeado. Se siente tan bien cuando su aliento choca con el mío y su boca quiere dominar, no lo dejo, no puedo, no quiero, quiero que sepa quién soy y que, así como se proclama suyo, yo lo haré mío.

Que loco, yo pensé que hoy simplemente tendría que comprarle algo de comer para que ya no se molestara y miren me, estoy en su cama, con él debajo de mí, con mi corazón a todo lo que da y la llama de este deseo permanente qué me impulsa a pedirle tanto como pueda darme, hasta más si lo soporta, me he vuelto adicto a todo en él y su cuerpo no es la exención.

Si pequeña cintura, sus firmes piernas, lo flexible qué se que puede llegar a ser, lo rico que me besa y lo suave de su lengua, todo en una mezcla combinada de mil sensaciones que me da y yo absorbo con morbo desde los besos que van de su boca a su pecho.

Es tan lindo cuando sus suspiros se vuelven más profundos y mi corazón se siente lleno al escucharlo pronunciar su mi nombre de esa manera que solo el tiene derecho a decir. El "Ah" que se me comienza a escapar en sus gemidos cunado tomo su pecho en mi boca y pellizco con la otra mano, podría ser el sonido qué más me gusta, me eleva hasta el cielo y me suelta al infierno qué desata en mi sangre.

Me siento hervir en mi propio sudor y el suyo, sin darme cuenta ya termine por arrancar la ropa de ambos, lo miro sonreír sin nada de pudor cuando me ve despierto, me provoca tomarlo de una vez pero sería demasiado, el de una manera coqueta estira una mano y me toca, desde el abdomen hasta la base, acariciando toda mi exención, lo miro pasar saliva y supongo que se que quiere hacer, pero hoy no. Esta vez yo quiero algo diferente.

—Kenchin... —Me habla —Toca me más...

Y como negarme, estaba pensando en cómo hacerlo, porque no tenía lubricante y... Pero noto como me detiene antes de, buscando algo un cajón de la mesa de noche, entonces me extiende el frasco con una sonrisa de medio lado. Maldito, eso solo hace que piense en todas la noches que se toco estando solo, me causa tanto con solo su mirada.

Nota mi molestia porque me deja un suave beso, "Te estoy esperando" me susurra mordiendo mi oreja, me gusta, que lo haga más. Que podría yo decir o pensar respecto a tantas cosas que Mikey hace, la verdad no tengo idea hasta donde puedo aguantar, sus gemidos mientras mis dedos se encargan de abrirme camino en él, solo me provocan querer meterlo ya, le preguntaría si tiene un condon, peor la verdad no quiero ponerme lo, quiero mechero por dentro y que mañana sienta los estragos de mi, dentro de él.

Al final lo tomo de las caderas y me coloco entre sus piernas, me atra el cuello y me hace inclinarme más, terminando por acariciarme en su borde, es tan libre en la cama como lo es en su plenitud, tan bueno en todo lo que hace y todo lo que hace me gusta.

LA BAILARINA VECINA (DRAKEY) (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora