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     El chocar de dos espadas llamaba fuerte la atención de todo aquel que pasara por los pasillos cercanos, llegando algunos a quedarse unos segundos viendo, y Lan SiZhui no fue la excepción, frenando su caminar, no sólo por el ruido, sino las conocidas voces en plena pelea, negando mientras sonreía.

     —Shixiong, no ¡tramposo!— sonó una voz femenina con una mezcla de risa e inconformidad.

      —¿Yo? Ten más respeto pequeña Liu, yo no soy ningún tramposo— se quejó el otro involucrado con una pose triunfal.

     JingYi, estas usando la vaina de tu espada como una segunda arma—.

     ¡Ja¡respondió la chica al tener el apoyo de su hermano que los veía desde el pasillo con unos libros sobre sus brazos, mientras los otros en el pasto limpiaban con su mano su sudor.

     —No te metas SiZhui— respondió enojado el otro antes de esquivar casi que de milagro una estocada de la fémina —y yo soy el tramposo....

     —Bajaste la guardia— se excusó mientras su espada flotaba a su lado lista para otro ataque ahora que lo pienso— se dijo a si misma tomando su espada Gege ¿a dónde te diriges? ¿Nuestro encuentro con HanGuan-Jun y el Señor Wei no es después de la cena?con una cariñosa sonrisa el mencionado asintió a su hermana.

     —Sólo los llevo a la biblioteca para organizarlos, llegaron hace poco ¿practicaste la pieza que nos dejó HanGuan— la voz de su hermano se cortó pasando rápidamente se un grito ¡A-Lian!— ante la repentina reacción de su hermano giró justo a tiempo para defender el ataque de su Shixiong mientras su hermano mayor suspiraba.

     —Por cierto, no bajes la guardia— ante el impulso y respuesta rápida ambos contrincantes, como si de dos niños pequeños se tratase, se miraron retandose uno al otro —Si gano tu copiarás mi parte de las escrituras— era cierto, uno de los ancianos Lan los había visto hace unos días y los castigó por su falta de pudor, peleas dentro de Gusu; aún cuando le intentaron explicar que era una práctica, y la suciedad en sus túnicas.

     Hecho— ambos retomaron la distancia antes de volver a abalanzarse sobre el otro con una sonrisa, mientras el tercero, aún en su papel de observador, se mantenía en su lugar viendo a su hermana y mejor amigo practicar jugando entre ellos.

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     Después de unos fuertes golpes dados entre ellos por las vainas de sus respectivas espadas ambos terminaron acompañando a su amigo y hermano a la biblioteca, escuchándose solo el impacto de sus suelas con la piedra bajo sus pies con sus túnicas llenas de manchones verdes a causa del pasto o manchones de tierra hasta en sus rostros compartiendo miradas cómplices y hasta risas mientras contrastaban drásticamente con la prísima vestimenta del joven en medio.

     En la biblioteca SiZhui le entregó tanto a su amigo como a su hermana un grupo de libros que tendrían que revisar y ojear para poder ubicarlos en su respectivo lugar.

     —SiZhui, ya me había librado de mi castigo con tu hermana ¿por qué me pones más trabajos?— ambos hermanos rieron tomando asiento en la mesa de los lamentos de su amigo.

     Shixiong, no te quejes, yo soy quien escribirá tu parte después de todo— refunfuñó la chica empezando con los libros.

     —Sabías las consecuencias, eso te pasa por perder— al contrario de sus amigos se sentó de la forma más cómoda posible, casi que acostado, para empezar a leer, mientras los otros dos, de manera recta y pulcra avanzaban de a poco, el silencio que se había planteado era realmente cómodo.

Entre un mundo y el otroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora