Entre un mundo y el otro

08

     Para su suerte, Ace no estuvo inconciente mucho tiempo, y tan pronto como despertó fue arrastrado por Grimm a limpiar la estatua, o a intentar obligarlo a hacer todo, de no ser porque las chicas y el muchacho que previamente lo había noqueado con un caldero, se unieron; las chicas por ayudar al felino y el muchacho para compensar el golpe, no sin antes tener una riña con Ace.

     —Deuce ¿verdad?— intentó sacar conversación en el camino de vuelta al dormitorio de Ace, el mismo que compartía con el nuevo conocido, y que era representado por nada más tu nada menor que la estatua que habían quemado, la Reina de Corazones, Heartlabyul.

     —Oh ¿me llamas?—

     —Estaba verificando tu nombre— le ayudó a entender Misheru caminando tranquilamente al lado del susodicho, mientras Ace y Grimm, ahora sobre los hombros de Liu Jiyi, se miraban con el ceño fruncido.

     —Ya entiendo, tu eres Misheru, y ella es...— la canina ayudó a Lian a entender un poco para presentarse por sí misma.

     —Lan Liu Jiyi— sonrió presentándose con su nombre de cortesía, veía un poco incómodo que usarán su nombre de nacimiento tan seguido, soltando unas cuantas risas al ver como Misheru ladeaba levemente su cabeza al verla presentarse con otro nombre.

     —Es largo— rió por su parte el amable chico apenado, estoal parecer debido al hecho de que ambas fueran mujeres , ello le hacía un poco difícil mantener la conservación —Un gusto— aunque aún así, no tardaron en entenderse bien y hacerse amigos.

     Después de su despedida con Ace y Deuce, el trío también tomó diferentes rumbos, Misheru y Grimm se fueron por su cuenta a explorar, querían averiguar más de los otros dormitorios y de la escuela, mientras que Lian se aventuró en la biblioteca, la veía como lo más familiar a su hogar ¡y habían muchas cosas curiosas! Pero no sirvió mucho, el problema del diferente idioma seguía persiguiéndola.

     —No es común ver muchos en la biblioteca, menos a esta hora— una amable voz se le acercó, viéndola sentada en una mesa mirando los libros frente a ella —Por qué esa cara ¿no te gusta leer?— la chica mantuvo su silencio, incluso, miró al chico con cierta incomodidad antes de murmurar.

     —Me disculpo... No lo entiendo— pero lo que no esperó fue ver la cara de sorpresa en el otro tras sus palabras, una que cambió por una sonrisa y risas amigables.
 
     —Hace mucho no escuchaba ese idioma, me trae algunos recuerdos— le sonrió con amabilidad posando su mano en el espaldar de una de las sillas de la misma mesa —¿puedo?— preguntó, tomando asiento una vez la chica asintió, siguiendo cada uno de sus movimientos curiosa, aunque su vista se centró unos segundos en los cuernos del chico, quien rió al ver la curiosidad de la chica.

     —Me disculpo, no buscaba ser grosera— aún riendo el chico negó, tomando uno de los libros frente a la joven.

     —¿Curiosidad?— ella asintió entre risillas apenadas —se los saqué a mi padre, al igual que esto— levantó una larga cola de color morado con rayas doradas viendo encantado la vista de la chica, sonriéndole gentilmente —¿tu no eres la chica que terminó haciendo un alboroto en la ceremonia? creí haber escuchado que eran dos—

     —Oh, bueno, está en lo correcto jaja, la otra persona a la que se refiere es Misheru, ella llegó aquí conmigo— se exlicó soltándose un poco más —si me permite preguntar ¿de dónde conoce mi idioma? hasta ahora sería la tercera persona que conozco capaz de hablarlo— preguntó sonriente, viendo curiosa algunas facciones del chico, tal como las rayas negras en sus mejillas, cabello naranja o su vistosa cola.