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     Un grupo de jóvenes ya estaba formado listo para salir de los Recesos de las nubes acompañados de compañeros mayores a ellos y uno que otro adulto. Todos llevaban consigo una variedad de utensilios necesarios para la cacería, sus armas espirituales, es decir, sus espadas e instrumentos, talismanes previamente escritos y revisados, algunos hasta primeros auxilios y llamados de emergencia, sin duda más de uno desde que habían conocido las bolsas Qiankun* eran más que felices y apegados a ellas.

     Mientras organizaba y revisaba tener todas sus cosas listas el vacío en su estómago no hacía más que convertirse en un abismo, estaba nerviosa, demasiado para su propio gusto, sabía que su hermano y shixiong estarían, incluso, sabía que tanto HanGaun-Jun como el Señor Wei irían de haber cualquier inconveniente, pero pensar en eso en vez de darle tranquilidad a su corazón le creaba mayor inseguridad, sintiendo su temperatura descender gradualmente y sentir sus manos lo suficientemente frías para compararse a un hielo, estaba más que estresada.

     Incómoda entre sus propias reacciones aprovechó que aún no era al hora de partida y con cuidado y disimulo se alejó del grupo, volvería a su cuarto con la excusa de haber olvidado algo y regresaría, solo necesitaba respirar un poco, ésa sería su excusa de encontrar a alguien, y para su felicidad fue bastante fácil escabullirse.

     Ya un poco alejada veía desde el pasillo la formación de sus compañeros sin soltar una mano de la otra, sintiéndose ahora incómoda por no poder manejar sus propias reacciones, se supone que estaba preparada para esto ¿por qué salía corriendo entonces asustada?

     —Joven Liu Jiyi ¿qué hace aquí? ¿No están próximos a salir?— asustada al observarse descubierta pensó en una excusa, escuchando como una voz en su cabeza le recordaba que estaba prohibido mentir, más si hablaba con el líder del clan.

     —Líder del clan, yo... — dándose tiempo a responder hizo una reverencia —¿cómo se encuentra? hace mucho no lo veo— entretenido por la evasión a su pregunta el mayor  dejó escapar unas risas.

     —Me encuentro bien, agradezco tu pregunta, pero es algo descortés no responder a la mía— se acercó más, quedando parado al lado de la joven, viendo, tal como ella lo había estado haciendo hace unos segundos, a sus compañeros formando.

     —Yo... ZeWu-Jun...— manteniendo su vista en un punto difuso que no fuera la vista de su mayor dudaba en si era buena idea responder su  pregunta ¿estaba bien que se sintiera de esa forma?

     —Tómate tu tiempo— soltó en un susurro dándole a su familiar una gran confianza y tranquilidad para organizar sus pensamientos y contestar.

     —Estoy asustada, más de lo que me gustaría, y es decir, no es la primera vez que salgo en una cacería nocturna, antes me había escabullido para ir con mi hermano, pero ahora, me siento incómoda, no sé si estoy lo suficientemente preparada y... y— un sonrojo se apoderó de su rostro, tenía que responder la pregunta de su mayor, no contarle toda esa historia. Y al parecer su pena fue mucho más visible al dejar caer su rostro sobre el barandal de madera, relajándose un poco al escuchar las risas del mayor a su lado.

     —Más presión que antes, según entiendo ¿qué no van a estar mi hermano, el Joven Wei y tu hermano contigo?— incómoda volvió a llevar una de sus manos con la otra mientras sentía el frío tomar control de sus extremidades.

     —Creo que es ésa la principal razón de que esté asustada, se supone que estoy lista para esto, pero... ¿Y si hago algo mal?... ¿Y si término siendo un estorbo? ... ¿Y si fallo y los defraudo?— el leve silencio del líder del clan no hizo más que asustarla, no esperó sentir una mano apoyarse en su espalda.

Entre un mundo y el otroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora