Entre un mundo y el otro

11

     Al final, ambos senpais terminaron por dar una amplia explicación de cada dormitorio y bajo qué características eran seleccionados los estudiantes de cada uno, tomándose el tiempo suficiente para que empezaran a terminar sus almuerzos.

     —Déjame ver si entendí— Ace, quien ya no tenía nada en su plato, aprovechó para recapitular tanta información —Savanaclaw es para personas atléticas, con más destrezas en cosas físicas que mágicas; Octavinelle para los que son aplicados y que se van más por lo administrativo; Scarabia son buenos adivinando el futuro con las estrellas o algo así; Pomephiore le gustan los venenos y maldiciones ¿pero buscan actuar como la Reina hermosa? ; mientras que Ignihyde abarca la parte tecnológica en vez de la mágica— aún siendo un resume bastante simple y coloquial, servía como base y recapitulaba lo necesario, por lo que sus mayores asintieron entre risas.

     —Falta uno ¿no?— continuó Deuce con un bocado listo para meter a su boca —tenía un nombre raro—

     —Todos los dormitorios tienen nombres raros— suspiró Lian, siendo la canina a su lado la única en entender su chiste.

     —Ah ¿hablas de Diasomnia?— volvió a hablar Ace, sujetando con su mano su cabeza sobre la mesa mientras Deuce asentía masticando.

     —Mmm, tienden a ser más dedicados a la magia— explicó Cater llevando su vista a una de las mesas de la cafetería, una un tanto alejada, en la que estaban cuatro chicos sentados.

     —Creía que los Beastman eran más de Savanaclawn— preguntó Deuce viendo uno de los chicos con cachos, haciendo que el resto agudizara su mirada.

     —No necesariamente, aunque si lo es con la mayoría— Misheru ladeó su cabeza curiosa al ver el grupo de aquella mesa, mienras su amiga emocionada se dirigió a ella.

     —Es el chico que te mencioné antes, además alguien más se me hace conocido— la canina asintió sonriendo contagiada por la emoción de la otra, mientras su felpuda cola se meneaba ligeramente de un lado a otro, distrayendo un rato a Grimm.

     —Espera ¿aceptan niños?— achicó la mirada Ace mientras se centraba en uno de los de la mesa, uno de pequeña corpulencia.

     —Jaja, no es un niño, está en la misma clase que nosotros— rió Trey viendo entretenido la cara impactada de los jóvenes de su dormitorio.

     —Te refieres a...—

     —¡En tercer año~!— una nueva voz, algo gruesa pero sin duda animada cortó la de Deuce, apareciendo en el medio de él y Ace, haciendo que casi se atraganten con lo que comían.

     —¡FUNAAH! ¡¿se teletransportó?!— Salto Grimm en el regazo de la Lan, mientras las chicas lo miraban sorprendidas y Cater solo lo saludaba con confianza.

     —Así que ¿tienen curiosidad por mi edad?— preguntó con un tono pícaro acompañado de una gran sonrisa —sé que luzco joven y lindo, pero el de gafas ya lo dijo, con mis años ya no peudo ser considerado un infante— alardeó entretenido de sí mismo, tomando un trozo de pan de la mesa —en vez de vernos desde lejos deberían acercarse y hablar un rato, siempre es encantador tener a alguien más— ante sus amables palabras el grupo volvió a ver a la mesa.

     —A ellos no parece encantarles la idea— frunció el ceño Deuce, viendo lo serios y fríos que parecían los chicos desde la lejanía, sacando las risas de la Lan.

     —De ser así— el chico de cabellos azabaches y magentas sacó algo de su bolsillo y se los entregó a todos los de priemer año, las chicas, el felino y los dos muchachos —vean estos caramelos como símbolo de amistad.