Capítulo 3.

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Capítulo sin editar

Capítulo 3. El intruso.

NARRA SOFÍA

Mis padres están sumamente cariñosos hoy con Samantha y conmigo. Ver marchar a sus hijas nuevamente es algo que no les agrada después de por todo lo que hemos pasado este verano.

—Y por favor portaros bien y nada de embarazos inesperados —zanja mi padre dándonos un beso en la mejilla a cada una. Mi madre le imita y nos despedimos rápido para no demorarnos más. Por suerte hoy aún no empezamos las clases pero sí que he quedado con mis amigos para inaugurar el curso.

—¿Nerviosa? —le pregunto a Samantha mientras caminamos hacia los que serán nuestros nuevos cuartos.

Mi hermana se encoge de hombros y no le da ni importancia. Sigue en sus treces con que la vida es horrible y yo ya no sé que más hacer para que salga de ahí.

Una vez llegamos a nuestra planta cada una se va a su cuarto sin decir nada. Yo abro el mío y para mi sorpresa me encuentro con un chico en la cama de al lado. Es rubio, alto y con el pelo rollo surfero. ¿Qué hace aquí?

—¿Hola? —saludo un tanto confundida pensando en si tal vez me he equivocado de cuarto. Salgo un momento y miro el número dándome cuenta de que no. Efectivamente es mi cuarto.

—¿Y tú quién eres?

—Sofía, ¿y tú por qué estás en mi cuarto? —pregunto mientras entro para ir dejando las cosas.

—Dirás nuestro cuarto.

El chico se levanta de la cama y se acerca a mi extendiéndome el brazo para darnos un apretón. Yo no lo acepto.

—Tiene que ser un error, que yo sepa no hay cuartos mixtos —aclaro provocando que se ría.

—No es ningún error, no quedaban más cuartos libres y me han asignado este.

Abro los ojos como platos alarmándome porque tenga que compartir cuarto con un chico que ni siquiera conozco.

—No puede ser.

—¿Qué pasa te da vergüenza o qué? —El chico al ver que no le he dado un apretón de manos retira la suya y vuelve a su cama—. No te preocupes, tú por tu lado y yo por el mío.

Me quedo tan atónita que no digo nada más y él tampoco lo hace. De hecho coge un libro y se queda leyéndolo. Yo dejo mis cosas lo más rápido que puedo y salgo del cuarto en busca de Christian.

Él está con los demás en el jardín haciendo un picnic de bienvenida.

Corro lo más rápido que puedo para dar con él. No obstante, cuando lo diviso algo me detiene: está hablando con Brent. Se me olvidaba que él no solo ha vuelto para este curso sino que también estaba invitado al picnic.

Después de la pelea que tuvimos en la playa lo último que quiero es otra más en el internado el primer día de vuelta, así que con todo el dolor del mundo me doy la vuelta para volver a mi cuarto porque como tampoco está Anastacia no sé a quién más contárselo.

Cuando lo hago me choco con Hunter, al cual le hago tirarse encima las bebidas que traía consigo.

—Dios perdón —me disculpo exasperada al ver como su camisa se ha quedado en la miseria. Encima es blanca, verás para quitarle las manchas.

Ya hasta hablo como mi madre. Mucho tiempo a su lado en verano.

—Anda, tú siempre sabes cómo hacer una entrada triunfal —comenta entre risas haciendo que respire aliviada.

Cumpliendo los quinceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora