Rebel Red

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Emma:

Sus manos subían deliciosamente por mis piernas, marcaban mis muslos y apretaban mis caderas. Con cada roze de sus labios en mi abdomen, me nublaba la vista, gemidos incontrolados salían de mí mientras me besaba parte de el cuello y la clavícula. Mi rítmo cardíaco está aumentando y mi respiración está descontrolada. Sus dedos juegan con mis pechos mientras que su boca seguía su recorrido a la parte baja de mi vientre y dejaba cortos besos en mi entrepierna. Podía ver a Ángel entre mis piernas y joder, la vista era demasiado exitante. Con una mano acariciaba su pelo negro mientras que con la otra me aferraba a la sábana. La sensación era cada vez mejor hasta que de un momento a otro se detuvo.

— ¡¡¡EMMA!!! — salté en la silla al oír como Alicia, la señora de la biblioteca, de un grito me hacía despertar.

— Dios, no puedo creer que me halla quedado dormida de nuevo — dije estirándome mientras que miraba alrededor dándome cuenta que éramos las únicas que quedábamos en el centro.

— Siento haberte despertando linda, pero ya es hora de cerrar, además parece que se avecina una buena lluvia — me comunicó la señora en el tono amable de siempre. Alicia es la encargada de este lugar, aunque ya es un poco mayor.

Así que todo era un sueño

— No te preocupes, mi novio debe venir a buscarme muy pronto. — rebusqué en mi cartera mi móvil y al prenderlo noté que tenía una llamada perdida de Ángel y un mensaje diciéndome que no podría pasar por mí, que si no me molestaba pedir un taxi.

Genial al parecer tendré que irme por mi cuenta

— Bueno ya tengo que irme — me despedí.

— Hasta pronto cariño y cuídate. — se despidió Alicia en lo que yo recogía mis cosas y salía de ahí.

Al atravesar la puerta de la entrada, el aire frío me golpeó violentamente, me abracé a mi misma en busca de calor. Por lo que ví había dormido una buena siesta porque ya había caído la tarde. El cielo estaba repleto de nubes grises que amenazaban con empezar a llover muy pronto. Como la biblioteca se encuentra en una calle no muy transitada tengo que caminar alrededor de tres cuadras para salir a la carretera principal y poder tomar un dichoso taxi.

Las gotas empezaban a caer rápidamente, poco a poco se iban formando los charcos. Lo mejor sería apurarme así que emprendí a correr. La lluvia se hacía cada vez más fuerte, en un momento llegué a resbalar pero logré mantén el equilibrio. Esto no me detuvo porque seguí corriendo, ya podía oír el claxon de los autos y el ruido de las motos,ví el cielo abierto con esto. De pronto, se me desabrochó una cinta de los Converse y con el otro pie terminé aplastándola y caí al suelo. El impacto con una piedra hizo que me lastimara la rodilla derecha. Tomé en mis manos la dichosa piedra del infierno y cuando iba a deshacerme de ella para ponerme de pie una moto deportiva negra paso por mi lado haciendo que toda el agua del charco que se había formado callera sobre mí.

Está fue la gota que derramó mi paciencia, ya bastante tenía con que mi novio me hubiese dejado tirada, me callera un torrencial de agua encima y me halla lastimado una rodilla, como para que venga un tarado de los mil demonios a empeorarlo todo.

El impulso y el genio del momento me hizo aventarle la piedra que tenía justo en la mano. Lo menos que pensé fue que esta podría ir directo hasta las luces traseras de la Z-1000 haciéndolas pedazos.
El conductor con el estruendo paró la moto unos metros después de dónde yo estaba. Al mirar el daño que había causado. Se bajó, con su casco puesto, todo hecho una furia y avanzaba en grandes zancadas hacía mí dirección.

¿Joder que mierda acabo de hacer?

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Hello banda, aquí estoy de nuevo. Está vez les traigo algo nuevo, tanto para ustedes cómo para mí ya que es la primera vez que voy a compartir la narración de la historia con alguien más ya que por esta vez, un amigo va a portar su perspectiva como chico para la creación de la misma. Bueno espero que les guste y besitos a todos.

Se les quiere mucho ❤️
Atte: Nane & @KevinXxx353 ✨