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Emma:

Esta mañana me arreglé sencilla y me fui de compras con unas amigas, eso definitivamente me reinicia la vida. Compré varias cosas, algunos vestidos, zapatos, pulceras y alguno que otro bolso. Al pasar por una tienda de perfumes entramos. Enseguida escogí mi perfume habitual, me gustaba mucho, era muy yo. Mientras que mis amigas se probaban un millón a ver por cuál se decidían, o simplemente comprarlos todos, me dirigí a la sección de hombres. Pasé al frente de un estante y no me creía lo que había encontrado. Era ese perfume que estaba en la casa del chico de la moto, lo probé y diosss!!!, amaba ese olor. Iba a coger un frasco para regalárselo a Angel, pero no sé porque esa idea se sentía tan mezquina e indebida en mi mente.

Helouuu!!! quieres que tú novio huela a un chico que ni siquiera conoces de nada pero es obvio que le traes ganas!!!

Me dí una bofetada mental por pensar semejante barbaridad. Volví a poner el frasco en su lugar. Aunque bueno, no tendría que ser para él y simplemente me lo quedo yo ya que enserio me gusta mucho, pensé y terminé comprándolo al final.

En la tarde Angel fue a recogerme en su porsche 918 spyder, y como siempre fuí con las ventanas abiertas aunque me despeine, detesto los espacios cerrados, por ese motivo prefiero las motos. Llevaba puesto un vestido de verano ya que Angel se había molestado por la ropa que traía antes, según él, era inapropiada porque se me marcaba el culo y las piernas e íbamos a ir a un lugar donde habrían varios chicos, aunque no dijo donde. La ropa que traía ahora no era muy diferente a la anterior pero al final terminó aceptándola, para evitar una discusión absurda que terminaría en mí negándome a ir a donde sea que quería llevarme.

Primero pasamos por una cafetería y comimos un helado y algo de pastel para después continuar con el viaje. Luego de unos minutos de carretera llegamos a un espacio abierto, una especie de parque donde habían varias personas. Se escuchaba música, pero no lo suficiente como para que fuera una fiesta. Algunos chicos traían  vasos de lo que imagino que debe ser cerveza, y con la cantidad de chicos que ví con ropa deportiva debe ser el partido de algún deporte.

— Dónde estamos? — le pregunté a Ángel que me sujetaba de la mano mientras que caminábamos hacia la multitud.

— Unos amigos van a hacer un partido de fútbol y pensé que te gustaría venir — contestó con una sonrisa.

— Me encantó la idea.

Él sabe que amo todas estas cosas, de niña practicaba varios deportes pero con el tiempo solo quedé como fiel observadora. Le di un corto beso en los labios para continuar. Mi chico me presentó a algunos amigos y estuvimos charlando vario rato. De vez en cuando sentía esa sensación incómoda de estar observada, pero preferí no prestarle atención. Por el micrófono anunciaron que iba a empezar el partido, así que nos acomodamos en unos bancos al frente dónde se veía perfectamente el campo de juego. Ya cuando estábamos listos, un chico se acercó corriendo a Angel y le hablo de algo que no pude oir. Él ascendió con la cabeza y se giró hacía mí.

— Muñeca, ocurrió algo con un jugador del equipo, los chicos me pidieron que ocupara su lugar. Te molesta que te deje..? — preguntó a la espera de mi aprobación.

— No te preocupes cielo, aquí estaré en primera fila para apoyarte — accedí feliz, amo verlo jugar, hace que me guste mucho más.

— De acuerdo, vente pa' acá...  — me jaló hacia él y estampó un beso en mis labios.

— Suerte — grité mientras se alejaba.

Ya empezaban a salir los jugadores, cuando ví a mi novio otra vez me lanzó un beso que me hizo sonreír como boba. Mi sonrisa se esfumó cuando noté quién estaba detrás de él. Esa melena roja era inconfundible, estaba sujeta con una liga azul que impedían que los pelos rebeldes estorbaran en su cara. Su anatomía bien definida se movía con confianza por el campo desprendiendo seguridad de sí mismo por todos los poros. Al momento de que sus ojos esmeralda chocaran con los míos sentí el cataclismo entre nuestras miradas, con dificultad logré desviar la mía a otro lado.

El destino me acaba de jugar una broma. ¿Nunca había visto ese muchacho en mi vida y cómo es posible ahora que lo halla vuelvo a ver en menos de tres días? Ok aplicaré la de:

"Si yo no te veo tu tampoco puedes verme"

El partido continuaba pero no me consentraba en nada. Ni siquiera quería levantar la vista y cuando lo hacía no podía encontrar a Angel porque seguía chocando con el chico de rojo. Salí de la multitud en busca de aire porque sentía que estaba afixiándome. Estaba tan fuera de sí, metida en mi mente, que ni siquiera oí cuando sonó el silbato para finalizar el juego. No supe ni que equipo ganó.

De pronto sentí unas manos que me levantaban por la cintura desde atrás y casi me da un infarto del susto, mi corazón se descontroló a mil por ciento. Al oír su voz me tranquilicé.

— Ganamos!!! — Angel me abrazó desde atrás, apoyando su cabeza en mi hombro.

— Porque tú estabas ahí, obviamente — bromié algo tensa.

— Que hacés aquí sola? —preguntó cuándo me tuvo de frente a él.

— Me siento un poco mal. ¿Crees que podemos irnos ya?

— Claro. ¿Qué tienes? — me examinó de arriba abajo preocupado.

— No es nada, solo necesito descansar — mentí.

Aceptó y volvíamos para llegar al auto cuando un amigo lo llamó de lejos. Explicó que solo sería un momento, y con nuestras manos entrelazadas nos dirigimos hacía el pequeño grupo de cuatro personas. Ahí estaba el chico que lo había invitado a jugar en el equipo, con una chica de facciones asiáticas sentada en sus piernas, una chica rubia de estatura baja, y...

¡Mierda!

En términos de estar jodida: estoy jodidamente jodida.

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Hola gente!!! que les pareció el cap. Por mi parte lo único que tengo que decir es... Max no la jodas hermano :/ Espero que les halla gustado, no olviden dejar su voto y comentario.

Se les quiere mucho ❤️
Atte: Nane & @KevinXxx353 ✨

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