Max:
Al despertar había desaparecido el calor del cuerpo de Emma, eran las 10:00 AM y solo estaba yo en mi habitación, me levanté y vi una nota sobre la mesita al lado de la cama. La revisé y era de ella. Fui al baño tomé una ducha, me cambié y vestí, jersey overzide, short cortos por encima de las rodillas, zapatos Air Nike Jordan retro 1, todo en rojo, para completar este estilo tan cabrón que me cargo.
Desayuné mi cereal como siempre mientras veía por la ventana la gente pasar, hoy no tenía que trabajar y tampoco ir a la universidad así que me quedé en casa hasta la tarde; como a eso de las 3:00 de la tarde decidí salir a reparar el intermitente trasero de la moto.
"Regalitos" de la loca — sonreí con el pensamiento.
Luego de salir del mecánico aceleré a mi fiel compañera hasta llegar a mi lugar favorito, un parque al que nadie va, frené y estacioné la moto cerca de mí, me senté en el pasto y puse mis cascos que tenían una micro SD con varias canciones, entre esas los nuevos álbunes de Duki y Trueno que eran unos temazos a todo volumen. La música se detuvo con una llamada entrante.
— Mi chico hermoso — la voz que tanto quiero me dijo dulcemente desde el otro lado del móvil.
— Hermosa tú mujer!!! — el comentario la hizo reír.
Su risa me da mil años más de vida.
— ¿Cuando piensas venir a visitar a esta enamorada que no puede vivir sin tí? — su tono coqueto saliendo a resplandecer en cada palabra.
— Mañana temprano me paso por allá.
— ¿Te guardo cena? Estoy haciendo tu comida favorita, por eso te llamé.
— Y yo que pensaba que era porqué me extrañabas — hice pucheros como si ella pudiera verme.
— Sabes que siempre te extraño — confesó algo que ya sabía.
— Vale pues guárdamela, me la comeré en el desayuno mañana.
— Te espero entonces, besitos.
— De acuerdo, un beso abuela. — finalicé la llamada.
Pocas horas después escuché otra Z-1000 acercándose a donde estaba, al girar mi mirada era nada más y nada menos que Jason.
— Estoy llegando a pensar que me pegaste un GPS — bromie en lo que me paraba a saludarlo.
— Revísate el culo socio, ahí te lo puse — solté la carcajada.
— No esperaba menos de tí.
Conocía a Jason desde que teníamos siete años, ya era prácticamente ese hermano del que no podías librarte pero que tampoco querías hacerlo. Me ha acompañado en todas las aventuras y problemas que he tenido, se podría decir que en estos momentos es mi relación más estable.
— Hoy en la noche hay un partido de fútbol en el estadio, Evan me llamó para invitarnos a jugar en el equipo.
— No tengo ganas la verdad — contesté cansado volviéndome a recostar en el suelo.
— Te iba a presentar a una amiga.
— Bueno si tanto insistes — me puse de pie al instante.
— Si serás cabrón — rió encendiendo la moto en lo que yo me subía a la mía.
— ¿Si sabes que solo me la cogeré y la dejaré al otro día, no? — advertí antes de cualquier cosa.
— Si pero ella no lo sabe ¿Igual vas a jugar fútbol no?
— Claro, solo encárgate de decírselo, no estoy como para que se estén haciendo falsas ilusiones conmigo.
— Sirvió, ¿Vamos ya o vas más tarde?
— Paso por mi casa y dentro de una hora te caigo allá.
— Hasta horita hermano.
— Cuenta conmigo.
Chocamos puños y arrancamos en direcciones diferentes. Me tomé mi tiempo recorriendo el camino de vuelta a casa, las calles de California están más hermosas que nunca a esta hora del día, con su cielo teñido naranja, son una imágen que nunca me cansaré de contemplar.
Entré a mi apartamento, me cambié de ropa y tomé las cosas necesarias para jugar, listo para partir hacia el estadio. Al llegar el lugar estaba ocupado por varias personas en grupos la mayoría, enseguida visualicé la cabeza rubia de Jason con varios del equipo y algunas chicas. Eché andar hacia ellos.
— Llegó por quien lloraban — exclamó Byron cuando se percató de mí llegada. Los demás se voltearon hacia mi dirección.
— Ey, bro! — dije con tono amistoso saludándolo a él y a todos los demás con un choque de puños.
— Ey Max, ¿Listo para jugar en un rato? — Jason me lanzó una mirada cómplice señalándome la chica de su lado con gestos que solo nosotros conocíamos.
Después de tantos años de amistad las palabras sobraban para entendernos.
— Siempre!... ¿Y dime, quién es la linda damisela? — desvíe mi mirada a la chica despampanante que estaba junto a él.
Estaba más que aceptable. Tenía cabello rubio hasta los hombros, un par de ojos color celeste y una boca preciosa. Su piel era tan blanca como la mía, y que decir de su cuerpazo lleno de curvas. En lo personal siempre he preferido a las morenas pero esta blanquita no estaba nada mal.
— Soy Gabi, un gusto Max he oído hablar mucho de tí — dijo con voz dulce, tanto que podría resultar un poquito chillona.
— Jaja ¿Cómo es posible eso? — me hice el sorprendido.
— Claro! ¿Quién no conoce al rebelde pelirrojo peligroso?
Definitivamente su voz era desesperante, pero con lo buena que está haría el sacrificio.
Jason se carcajeó de lo que dijo Gabi y respondió — ¿Peligroso? jajaja Max es lo más adorable que hay.
— Depende de quien sea la persona Jason, ten clar... — dejé la frase en el aire cuando mis ojos hicieron contacto con aquella escena.
Vaya vaya, pero mira lo que trajo la marea.
A lo lejos pude vislumbrar una silueta conocida, esa piel morena, pelo negro, ojos de gata... Pero si es la loca malcriada. Llevaba un vestidito azul que dejaba al descubierto sus largas piernas, y libre a mi imaginación lo que se encontraba debajo de él. Al solo haberla visto con ropa ancha aquel día no pude apreciar bien sus definidas curvas y su minúscula cintura que cabrían perfectamente entre mis manos.
Que habilidad tenía está chica para ponerme caliente de solo verla.
Pero para importunar mi vista... No andaba sola, su mano se unía a la de un tipo, su novio seguramente. El solo pensar en esa posiblidad hizo que naciera una incomodidad nada familiar ser. La situación me... ¿Molestaba?
¿Pero que mierda piensas Max?
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Celoso acaso querido Max? Te quema ver a esa morena que no conoces de nada con otro?Un saludo a esos lectores y lectoras hermosos y hermosas <3
Atte: @KevinXxx353 & Nane♥️
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Rebel Red
Teen Fiction"ROJO" Cuando llegó, trajo con él todo lo que esto indicaba: pasión, fuerza, exitación, reveldía, peligro? Estaba tan embobada con su encanto que no note que también era una señal de alerta y aviso de la sangre que estaba a punto de derramarse... ...