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Emma:

Había llegado a mi hogar y me sentía más que bien. Max me había hecho suya de una manera inexplicable, el chico sabía lo que hacía y le salía a la perfección. De camino a casa pasé cerca de una tienda de equipos electrónicos y decidí comprarle un regalo a dicho caballero y directamente de ahí lo dejé en el correo.

Llegué a mi habitación después de unas horas y entré al cuarto de baño a tomar una ducha de agua caliente. Me deshice de mi ropa y al verme reflejada en el espejo me llevé una gran sorpresa.

Había marcas por todo mi cuerpo. Max había marcado cada parte de él como suyo. En mi cuello, clavícula, senos, abdomen, muslos y entrepiernas. Mis caderas tenían marcadas sus manos, y tuvo que ser lo suficientemente fuerte como para que con mí tez canela todavía se notara.

Me quedé tonta mientras que una sonrisa se me dibujaba en el rostro. No sabía porque pero verme así me hacía sentir tan diferente?. No me gustaba que me marcaran, no soy una vaca decía. Cuando mi novio me dejaba marcas en lugares visibles me enojaba mucho, la mirada de las personas en mi cuello y pecho me hacían sentir incómoda, vulgar. Está vez no me sentía así. Quería que todos vieran lo que había hecho, o mejor dicho, quería que supieran quién había sido el responsable.

¿Qué había hecho Max para que está fase de mí saliera a la luz?

Follarte maravillosamente, cariño - respondió la voz de mi cabeza

A ver no quiero decir que Angel lo hiciera mal, eso nunca; desde la primera vez que lo habíamos hecho siempre lo disfruté muchísimo pero con Max había sido diferente. No puedo explicar la conexión tan grande que sentí entre nosotros y muero por tenerlo dentro de mi otra vez, lo quiero, lo necesito.

Intenté dejar de pensar en eso y comencé a bañarme, me puse un pijama y me metí en la cama.
Tomé el cel y me dispuse a enviarle un mensaje al pelirrojo.

" Hola "

La respuesta fue instantánea:

" Buenas noches princesa "

Decidí preguntarle aunque sabía la respuesta:

" Te gustó el regalo??? "

Me mordía el labio esperando la respuesta que no tardó nada.

"La verdad me hiciste sentir como un prostituto"

No me esperaba eso, no quería que se sintiera como si lo hubiese utilizado y le había hecho un regalo como pago para callar mí conciencia.

"Lo siento, no era mi intención hacerte sentir eso"

Estába empezando a avergonzarme

"Era una broma"

"Me gustó mucho aunque no tenías porque hacerlo"

Que alivió, ya me estaba golpeando mentalmente.

"Lo hice porque podía y quería hacerlo"

"Quería poder hablar con vos"

Confesé

"Ah, con que querías hablar conmigo? "

No sé porque pero lo imaginé diciendo eso en tono seductor e hizo que sintiera mis mejillas arder.

Cuando iba a responder me llegó un mensaje de Leyla:

"Emm, mañana hay una fiesta en casa de Ale, te apuntas???

Me quedé pensando en eso, casi siempre salía con Angel, no era de salir sola. Me pasó una idea por la cabeza.

"Claro, quizás llevé a un amigo"

A penas que ella leyó el mensaje ví una notificación que decía llamada entrante de Leyla. Típico de mi mejor amiga.

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