Emma:
Estoy en la puerta como una infeliz tocándola como si de botón de elevador en película de terror se tratase, y, o no hay nadie o Max me está dando la ignorada del siglo.
¿Pero qué querías princesa después de haberlo hechado de tu casa?
Lo he llamado muchas veces al teléfono y sale apagado, estoy al frente de su apartamento a punto de tumbar el trozo de madera que me separan del interior y no está, ni rastro de él. ¿Y sí le pasó algo? ¿Y si los hombres de el Sr.Cazzuchelli lo encontraron y se lo llevaron?
Esto es mi culpa, no debí decirle que se fuera, tiene que estar bien, no me lo perdonaré si le pasa algo a él también.
Tengo que avisar a la policía, sí eso haré, quizás todavía tenga tiempo de salvarlo. Bajé las escaleras a toda velocidad hasta el estacionamiento. Me puse el casco y me monté en mi moto. Cuando metí la llave para prenderla no funcionaba, ¿por qué vergas no funcionaba ahora? Dí una revisión superficial a ver si hallaba el problema y me dí cuenta de que no tenía gasolina, literal estaba en cero. Juraría que cuando salí de la casa estaba casi llego o quizás ni siquiera me fije, como sea no se que rayos voy a hacer ahora. Me bajé de la moto, me quité el casco y respiré hondo para contar hasta diez a ver si se me ocurre algo. Sentí de nuevo esa sensación de ser observada, mire en todas direcciones y sujeté el casco en mi mano con más fuerza. Empiezo a asustarme un poco mientras que miro delante de mi el espacio tan grande que ocupa el estacionamiento. A lo lejos, quizás producto a los nervios pude persivir algo como una especie de sombra intenté entrecerrar los ojos para ver mejor cuando siento una mano posarse en mi hombro. Solté un grito tan alarmante que retumbó por todo el lugar y mi corazón casi se explota del susto.
- Tranquila!!! Soy yo, soy yo, Jason, el amigo de Max, te acuerdas de mí? no tienes de que preocuparte - intenta calmarme el chico.
- Joder, estás loco? Casi me matas del susto - dije con una mano en el pecho intentando controlar mi respiración.
- Lo siento, no era mi intención. Y dime qué haces aquí Emma.
- Buscaba a Max pero no está en su apartamento y su teléfono está apagado y tengo miedo de que le halla pasado algo malo y el traste este se quedó sin gasolina y yo no sé que hacer, tienes que ayudarme a encontrarlo por favor, necesito saber que está bien Jason - le suplique con la voz rota a punto de comenzar a llorar.
- Tranquila, Max está bien, está en la casa a las afueras de la ciudad de sus padres. Venía a su departamento por unas cosas que deje aquí y después iba a ir a verlo - el alivio que sentí fue inmenso.
- Por favor llévame contigo, necesito hablar con él.
- De acuerdo, subo a por las cosas y después te llevo, me esperás aquí?
- Puedo subir contigo? No quiero quedarme sola aquí.
- Vamos entonces.
Subimos de nuevo y Jason abrió la puerta con una llave de repuesto al parecer y dentro buscó en unos cajones unos cigarrillos y un encendedor de dragón para luego salir y cerrar la casa.
- Viniste solo por eso? - pregunté.
- Que te puedo decir, no son muy baratos - dice mientras que le resta importancia con un gesto de hombros.
Tuvimos que dejar mi moto porque la gasolina que traía Jason no daría para ambas motos ya que era bastante lejitos el destino según él.
Era cierto lo de que quedaba lejos porque llevamos un buen rato de camino y todavía nada. Por lo que me ha dicho el chico del que voy aferrada a la cintura. Max está en una cabaña de su familia, en el coño del mundo. Al menos se que está a salvo por ahora, pero necesito verlo y decirle que lo quiero y asegurarme de que está bien.
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Rebel Red
Teen Fiction"ROJO" Cuando llegó, trajo con él todo lo que esto indicaba: pasión, fuerza, exitación, reveldía, peligro? Estaba tan embobada con su encanto que no note que también era una señal de alerta y aviso de la sangre que estaba a punto de derramarse... ...