La noche era bastante silenciosa, el jeep de König era bastante cómodo y cálido, el aire acondicionado estaba en la temperatura correcta, las luces de los faroles de las calles iluminaban el interior del auto como si fuesen pequeños destellos, el aroma del perfume de König invadía todo el lugar, de vez en cuando tu mirada se posaba en König quien iba manejando muy concentrado, su mirada estaba fija al frente y podía ver como movía sus dedos en el volante al ritmo de la música que sonaba muy bajito en la radio.
De alguna manera te sentías en paz, no querías llegar a casa, querías olvidar todo aunque fuese por un par de minutos más, König sin decir nada te entregaba esa paz que hace mucho tiempo no habías sentido, es como si de una u otra manera conociera toda esta situación de mierda hasta estoy casi segura que pasamos por la misma calle dos veces, lo que hizo que una leve sonrisa se dibujara en tu rostro.
Pero no todo dura para siempre, poco a poco comenzaste a reconocer las calles de tu vecindario, König aclaró su garganta y volteaste a verlo.
―Oh... pensé que dormías ¿es por aquí verdad? El GPS me marca cerca pero no es exacto― preguntó mirando de lado a lado las calles buscando la dirección correcta.
―S...solo descansaba mis ojos no dormía ejem― tu voz sonó un poco raspada ―si es por aquí, en la esquina dobla a la derecha, la casa que tiene el buzón quebrado es la mía jajaj― tu risa se notó un poco fingida, mas bien forzada.
"N...noo... dime que no eres tu... por favor" pensaste, mirando asustada la puerta de entrada de tu casa. Frotaste tus ojos para poder ver mejor pues pensabas que el alcohol te había hecho efecto y estabas alucinando. Efectivamente era el... estaba ahí sentado en los escalones de la puerta de entrada de tu casa. No podías creerlo, de un segundo a otro sentiste como el miedo invadió tu cuerpo, los peores escenarios fueron a tu mente, tus latidos eran cada vez más rápidos y sentiste como la confianza y paz que habías sentido se esfumaba y abandonaba tu ser.
Viste que en su mano sostenía su teléfono y con la otra su entre ceja. De pronto viste como alzó su mirada hacia ti cuando el auto de König estacionó justo frente a él alumbrándolo completamente con los faroles.
De todos los escenarios que pensaste, este era el peor. Llegar con un hombre que él no conocía, de noche y con olor a alcohol, cada vez sentías mas el miedo recorrer tu cuerpo. Que pasaría ahora con todo esto sí solo la vez que saludaste al cartero con una sonrisa en el rostro dándole las gracias por entregarte el correo salió furioso a buscarte golpeando al pobre cartero y destruyendo tu buzón.
Te apresuraste a bajar del auto para así decirle a tu novio que tomaste un Uber y que no malpensara las cosas.
―König muchas gracias por traerme― dijiste rápido pero viste como el amablemente se iba a bajar para acompañarte a la puerta. ―nooo... no es necesario que te bajes, solo quédate aquí por favor y vete― le dijiste con una tristeza que inundaba tu garganta mientras sostenías su brazo. La mirada de König se volvió inocentemente confusa.
―No me molesta dejarte en la entrada, es tarde y quiero asegurarme de que te deje a salvo, espera... ¿te sientes bien? estas pálida―.
―König yo...― no alcanzaste a decir otra palabra, pues tu novio ya estaba parado frente a la puerta del auto, dando pequeños golpecitos en la ventana en señal de que voltearas a ver. Haciendo que tú y König lo miraran inmediatamente, tú con un terror que te congelaba los huesos y König tranquilo pero espectante. Él había notado su presencia desde un principio, como militar siempre estaba atento a todo pero desconocía por completo la situación, aunque algo ya sospechaba.
―____, te estuve buscando por todos lados, que esperas baja ya cariño― era tan descarado, sabía perfectamente como actuar frente a los demás, sin darte cuenta tus manos seguian afirmando el brazo de König. Notaste inmediatamente que la mirada de tu novio cambió, el había desviado sus ojos justo a tus manos, rapidamente soltaste a König acto seguido solo bajaste del auto, sin decir ni una sola palabra apenas cerraste la puerta del auto, tu novio tomo tu brazo derecho con fuerza y te arrastró a casa.
ESTÁS LEYENDO
Pretty Eyes [König]
FanfictionLa vida no siempre es justa con las personas de buen corazón, sin embargo cuando sientes que tocaste fondo conoces a quién será tu gran amor, quién sin aviso llegó a tu vida dándole un vuelco de la tristeza hacía la felicidad.