La noche anterior realmente había sido difícil y llena de emociones. Después de que se fue la policía, König y tú tenían mucho de qué hablar pero ninguno sabía por dónde empezar, tú estabas mirando el piso pensando en que decirle o por donde partir, tus pensamientos eran un bosque extenso y tú estabas perdida en él. Estabas intentando buscar las palabras adecuadas cuando la voz de König se escuchó primero.
―Sí, soy Coronel del equipo Hawks de francotiradores, trabajamos en equipo junto al Task Force 141, ambos somos de las fuerzas especiales del ejército, Chris es uno de los soldados bajo mi mando y yo pues soy su Coronel― su voz sonaba suave y honesta, trataba de ser lo más claro posible.
Tu mirada se enfocó directo en sus ojos y estabas atenta a lo que te decía, él estaba respondiendo la pregunta que le hiciste cuando estaban aún afuera, es por eso que el policía lo trato con tanto respeto y controlo tan bien la situación que vivieron con Adam.
―Ya veo― dijiste volviendo tu mirada al piso, volviendo a ese silencio, pero König no se iba a rendir tan fácil.
― ¿Él era tu novio? ― preguntó apenado mientras movía sus dedos, entrelazándolos y sus piernas daban pequeños saltitos con sus talones, se encontraba bastante nervioso.
―Es complicado... hace mucho tiempo nuestra relación como tal termino, lo de ahora es solo... ni yo lo sé― las lágrimas nuevamente se asomaban y deslizaban sobre tus mejillas. König se acercó a ti y con sus manos limpiaba cada lágrima que caía de tus ojos.
―Él te golpea― ya ni siquiera parecía una pregunta, König ya sabía la respuesta solo quería confirmarlo.
―Si... desde hace un tiempo― confesaste.
La rabia inundaba a König ¿porque ese bastardo era capaz de golpearte? nadie se merecía eso, el solo pensar de cuantas veces lo había hecho, solo le daba más rabia.
―Yo... he intentado terminar con él muchas veces pero no funciona ahora solo le temo y termine rindiéndome, el que hoy me hayas defendido significa mucho para mí, yo siempre busque una salida pero jamás la encontraba―
Te sentías totalmente destruida, pero esta vez no estabas sola. Aunque solo llevaban horas de conocerse König te había ayudado más que nadie en la vida, lo que pasaba con Adam era tu secreto mejor guardado, tenías miedo de lo que Adam podría hacer si alguien se enteraba, ni siquiera se lo habías dicho a Amanda.
Después de eso siguieron charlando, tú le contabas como tu relación con Adam se volvía cada vez más tormentosa, y poco a poco se iban conociendo más. Tú también preguntabas cosas sobre la vida de König, de cómo entró al ejército y cómo se convirtió en coronel, el respondía con honestidad a cada una de tus preguntas.
Después de un par de horas charlando, König notó como tus ojos demostraban cansancio y sueño, pues había sido un día bastante duro. Lentamente ibas cerrando los ojos, estabas recostada en el sillón, por lo que fue fácil quedarte dormida. König solo observaba como dormías y, cuando se aseguró de que durmieras profundamente, te tomó en sus brazos para llevarte a la habitación, para que así durmieras más cómoda.
―con permiso ____― susurró, levantándote gentilmente con el cuidado de no despertarte.
Ahora que su tarea estaba lista, tomó sus cosas para poder marcharse, sin antes dejar una pequeña nota sobre tu mesita de noche que decía:
"buenos días ____, espero que tus ojitos no amanezcan hinchados, este es mi número de teléfono, estaré esperándote"
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A la mañana siguiente König se dirigía a contarle a Price lo que había pasado, pues más que el capitán del Task era como su padre y quería que se enterara por sus propias palabras que la noche anterior le rompió la cara a alguien. Solo le conto los puntos claves, Price solo lo escucho y comprendió la situación. Después de una gran charla con Price König se dirigió a su habitación para poder aclarar un poco más su mente, en el camino se encontró con Soap y Ghost quienes iban a la cafetería a desayunar.
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Pretty Eyes [König]
FanfictionLa vida no siempre es justa con las personas de buen corazón, sin embargo cuando sientes que tocaste fondo conoces a quién será tu gran amor, quién sin aviso llegó a tu vida dándole un vuelco de la tristeza hacía la felicidad.