Fue tu idea ver una película de miedo, después de todo, te tocó a ti elegir la película para esta noche y te gustaban las películas de miedo.
Taylor, sin embargo, no lo hizo. Tenía bastante miedo de algunos de ellos y tú sabías que era parte de tu plan.
Habías estado de humor tierno hoy, deseando nada más que abrazarla cerca de ti, y esta era la oportunidad perfecta para que ella se acurrucara contigo y te abrazara muy cerca de ella.
Habían pasado unos veinte minutos de la película y todavía no te habías asustado, Taylor, por otro lado, estaba aterrorizada.
Ella gimió y sostuvo la almohada cerca de ella para cubrir sus ojos, saltando cada vez que sucedía algo aterrador.
Ella te miró solo para descubrir que estabas mirando directamente a la pantalla del televisor. Ella no sabía cómo estabas tan tranquila, pero en ese momento no le importaba.
Su cabeza estaba en tu regazo y te reíste de lo linda que era, tus manos frotaron su espalda mientras continuaba gimiendo por los sonidos que venían de la película.
"Está bien, cariño, estoy aquí".
La acercaste a ti y agarraste la manta del respaldo del sofá, cubriéndolas a ambas con ella. Sostuvo tus manos entre las suyas y optó por mirarte a ti en lugar de la pantalla del televisor.
Sabía que estabas disfrutando de la película y estaba bien con eso, de todos modos preferiría mirarte fijamente y admirar todas tus hermosas características.
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