Capitulo 2

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Izuku: ¿Que dices? ¿Quisieras ser mi novia? —decia con una sonrisa el peliverde.

Uraraka no lo podía creer. ¿Era cierto lo que decía? ¿En verdad quería que ella fuera su novia?

Uraraka: Deku, si haces esto para no sentirte mal por mí, tranquilo. No te preocupes por mí, estaré bien. —dijo, con una sonrisa forzada.

Izuku: No lo hago por eso, Uraraka. —decia en voz baja.

Uraraka: Entonces ¿Quieres burlarte? Si lo quieres hacer, hazlo. Sé que mis sentimientos eran estúpidos al enamorarme de ti.

Izuku: . . .

Uraraka al no recibir respuesta creyó que era cierto lo que había dicho, o algo peor.

Uraraka: No te preocupes, Deku. No me toparé contigo en los pasillos y seré una extraña más, ya que tú no quieres que seamos amigos eso haré. —decia triste.

Izuku: Ya te dije mis razones del porque no quiero que seamos amigos, Uraraka. —dijo, susurrando—. Quiero que seas mi novia si tú también sientes lo mismo.

Uraraka: Yo solo sé que te amo, pero no sé si me estás jugando una broma o te estás burlando diciendo que sientes eso o... —Izuku no la dejó terminar. Éste, al escuchar que Uraraka lo amaba, decidió besarla para que ella no dude que él siente lo mismo.

Uraraka estaba sonrojada y sorprendida por sentir los labios del chico del que estaba enamorada.

Izuku estaba empezando a ponerse nervioso porque Uraraka no le estaba correspondiendo el beso. Ella no se había apartado las manos de él todavía, éstas aún seguían en las mejillas de ella. Las manos del peliverde acariciaban las mejillas de la chica.

Las dudas del beso no correspondido de Izuku se despejaron cuando Uraraka paso las manos por el cuello para llegar a su cabello y lo acercaba más cuando enredó sus dedos en éste.

Ella estaba acercando la cabeza de él para tener más del beso. Este beso había iniciado tierno y dulce para demostrar los sentimientos del peliverde hacia la castaña, pero se volvió desesperado cuando Uraraka había correspondido. Izuku se armó de valentía para bajar sus manos a la cintura de ella y acercarla más, pegando sus cuerpos.

Uraraka se sorprendió ante el contacto, al igual que Izuku, pero ella deseaba algo más. Ella ya estaba bastante sonrojada e Izuku también, ya que sentía la pequeña cintura de la castaña, además de que su pecho estaba demasiado pegado a los pechos de ella.

El beso terminó a falta de aire y los dos se separaron, se vieron a los ojos y notaron que estaban rojos como una cereza. Los cuerpos de estos seguían pegados, pero ninguno dijo nada.

Izuku: Uraraka... —con la respiración agitada.

Uraraka: Deku... —con la respiración agitada.

Izuku: ¿Ahora me crees?

Uraraka no dijo nada y esto asustó a Izuku.

Uraraka: ¿Te importa si no te lo digo con palabras? —decia avergonzada.

Izuku: Claro pero, si no es con palabras, ¿Cómo me lo vas a decir? —curioso.

Las palabras murieron en su boca cuando Uraraka le da otro beso. Este beso no era como el otro, este era tierno y corto.

Uraraka: ¿Eso ya te lo dice o aún necesitas las palabras?

Izuku: Pues eso me da una pista pero aún no estoy seguro, jeje. —decia apenado.

Uraraka: Sí.

Izuku: ¿Sí? ¿Sí qué? —decia con una mirada de confusión, está mirada le pareció muy tierna a Uraraka.

Solo nosotros, siempre. (IzuOcha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora