Capitulo 7

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Iida: ¡Profesor Aizawa! ¡¿No iríamos a los dormitorios después de las clases?! —cuestionando.

Aizawa: El director Nezu decidió a último momento que este día se usaría como recorrido por los dormitorios, además de que se acomoden e instalen en ellos. Eso sí, en la noche habrá entrenamiento de heroísmo, mañana será en la tarde. ¿Entendieron?

Todos: Sí, Profesor Aizawa.

Aizawa: Bien, tienen cinco minutos para recoger sus cosas y estar afuera del salón. —terminando de dar instrucciones sale de la habitación.

Todos, muy emocionados, recogen sus cosas rápidamente y se dirigen al exterior del salón. Uraraka se coloca su mochila y se lleva sus dos maletas, una en cada mano, y sale. Izuku y los demás la siguen hasta el exterior del salón de clases.

Aizawa: Bien, siganme. —ordenó el maestro oruga.

En el camino, recorrieron unos pasillos que nunca habían visto antes, hasta que salieron del edificio. Fuera del edificio solo se veía el campus con un enorme césped recién cortado con una fuente en el centro y asientos por todas partes para sus alumnos. Pasados quince minutos caminando ya se lograba ver un edificio a lo lejos.

Izuku: Uraraka, ¿Estás bien? — preguntó a la chica—. Te vez cansada.

Uraraka: Sí, Deku. Estoy bien, solo que con este sol es cansado caminar.— decía con una sonrisa.

Izuku detuvo a su novia de caminar, haciendo que sus compañeros los rebasen y ellos quedando hasta atrás.

Uraraka: ¿De-ku? ¿Qué ocurre? — preguntaba preocupada la chica.

Izuku: Uraraka, ¿Me podrías prestar tus maletas y tu mochila, por fa-favor? —con la mirada baja.

Uraraka: Claro, pero ¿Para qué las necesitas? —con curiosidad.

Izuku no supo qué excusa inventar.

Izuku: A-ah... Eh-h... V-veraz... C-como hoy tendremos el día libre quisiera empezar a entrenar, y tener más peso ayudaría, ¿N-no c-crees? —nervioso, estaba claro que quería ayudar a su novia para que pudiera descansar.

Uraraka: A-ah, p-pues, e-esta b-bien. —nerviosa, le pasó sus maletas.

Para Izuku no estaban pesadas, pero aún así quería ayudarla. Inmediatamente después de que tuvo las maletas en sus manos, colocó una arriba de la suya que era de ruedas, y la otra la tenía agarrada, así solo usando una mano para las tres maletas.

Izuku: Uraraka... —dijo el peliverde, mirando a su novia —. No te asustes por lo que voy a hacer, por favor.

Uraraka: ¿E-eh? ¿De qué hab...? —no ojo terminar su pregunta porque Izuku la interrumpió con un movimiento.

Izuku estaba atrás de Uraraka, doblando un poco sus piernas para sostener a su novia de la espalda y de las piernas, cargandola como princesa, de inmediato tomó las maletas y aceleró el paso para alcanzar a sus amigos. La castaña estaba sorprendida por la acción del peliverde, sin embargo, después de unos minutos después apena estaba saliendo de su trance.

Uraraka: ¡D-De-Deku! —recibiendo de inmediato la mirada de un peliverde con una mirada atenta —. ¡¿P-por qué hiciste eso?! —con los ojos brillosos, denotando preocupación.

Izuku: Sabía que no me ibas a dar tus maletas para poder cargarte y que pudieras descansar —con una sonrisa —. Así que debía intentar con otra forma, jeje.

Uraraka no dijo nada, solo siguió viendo a aquel joven de pecas y, en un movimiento, lo abrazó. Izuku se sorprendió y se sonrojó, aún se ponía nervioso ante el acercamiento con ella.

Solo nosotros, siempre. (IzuOcha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora