𝐂𝗁𝗈𝖼𝗈𝗅𝖺𝗍𝖾 𝐂𝗂𝗀𝖺𝗋𝖾𝗍𝗍𝖾𝗌 [𝗘𝚖𝚖𝚊 𝗦𝚊𝚗𝚘] #2

Ⅴ

Aime-moi daba la neige, aime-moi sous le soleil
— Roi

Una rubia estaba ilusionada de su salida con él, cada que podía recordaba aquel momento donde hizo un discurso de celos y él le dió un beso, recordaba como él le había prometido salir juntos, pero su arcoiris se destrozó cuando un mensaje de él diciendo que tenía algo que hacer, pensando que se trataba de un asunto de la pandilla de su hermano corrió a encontrarse con él, su sorpresa fue cuando solo estaba él y Draken sin vista de aquel castaño, pero, su manera de abrir la puerta bastó para que ellos la vieran extraño.

— ¿Qué sucede Emma, se te perdió algo? – Preguntó su hermano, quería respuestas, quería saber quién había sido el motivo del porque él canceló su cita.

— Kōji, ¿Va a venir a casa o tienen una reunión que necesite de su presencia? – Ambos rubios se vieron entre sí con confusión y negaron ante la pregunta. — ¿Ninguno de ustedes lo llamó?

— No, hemos estado juntos Kenchin y yo hablando sobre algo, íbamos a llamarlo, pero, me amenazaste que no lo hiciera porque iban a salir hoy, así que, nosotros no lo llamamos ni le quitamos el tiempo, ¿Por? – Explicó el rubio de baja estatura, viendo ahora con curiosidad a su hermana.

— Me mandó un mensaje, cancelando nuestra salida porque iba a hacer algo importante. – Mencionó buscando su móvil para enseñar el mensaje. — Así que, supuse que ustedes lo habían llamado para ir a una reunión o algo que tenga que ver con su pandilla. – Dijo pasando su celular y dejando que ambos rubios vieran el mensaje.

— Al menos nosotros no lo llamamos, a lo mejor fueron sus padres o una reunión con sus abuelos, tú conoces como es su familia, por algo no utiliza mucho su apellido, piensa en eso y no en algo más, ¿Quieres que te acompañemos en salir? – Con un brillo en esos ojos miel asintió, se había alistado para salir con él, pero, no quería sentir sus esfuerzos por nada así que aunque sea con su hermano y amigo saldría. — Bien, vamos, Kenchin.

Y así los tres rubios salieron hacía el centro comercial, pasando por un parque donde sentado en una banca estaba el castaño hablando con dos de sus mejores amigos, un recién liberado y un pelinegro, los tres caminaban hacía aquel centro comercial, querían hacer un camino largo para escuchar a aquel joven de tatuaje de tigre, los dos trataban de hacerlo entrar en razón, mencionando que debería de dejar de vivir en un rencor sin argumentos, siendo que, gracias a los paramédicos el mayor de los hermanos Sano estaba vivo.

Los dos tríos llegaron al centro comercial, cada uno llegó a una entrada diferente, pero, ninguno sabía que en ese lugar grande y lleno de tiendas se encontrarán con aquella mujer que había sido la pareja del castaño por dos años siendo en un punto la prometida de él por parte de su familia, ella lo engañó y él se separó, ambos llegaron a un acuerdo que ella rompería el compromiso y ambos serían libres, pero, un chico que solo estaba con ella por su cuerpo y dinero, no tardó en buscar a alguien más dejándola devastada.