«Donde Taehyung es el próximo jefe de la mafia y Jungkook un florista muy amable».
En un mundo donde las jerarquías de poder y las expectativas sociales definen las vidas de las personas, Kim Taehyung se destaca como un Omega dominante decidido a t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kim Taehyung odiaba la sangre, el olor le parecía asqueroso y le aturdía más de lo que le gustaba reconocer, por eso siempre buscaba evitar situaciones en las que tuviera que mezclarse con ella.
A pesar de eso, Kim, ese mismo día no había podido evitarlo. Su padre le llamó y le pidió que se presentara a tiempo en la sede de torturas de la mafia. "El matadero", le llamaban todos los integrantes del lugar, aunque a su padre no le hacía mucha gracia.
Entonces, se encontraba dentro de una de las tantas habitaciones de "El matadero". De las paredes de cemento sin repellar, colgaban pinzas, cuchillos, látigos, cierras, bañadas en sangre seca y que seguro tendrían un par de meses allí.
No es que alguien realmente se preocupara por la integridad física de los que habían sido encerrados para torturar.
—¡Taehyung! —Su padre lo recibió emotivamente. — Ven, este tipo continuaba diciendo que mi heredero no valía la pena, absurdo ¿No?
Taehyung pasó su vista del rostro barbudo y sonriente de su padre, hacía el rostro desfigurado del pobre tipo que ya no tenía ni un solo diente.
—Saluda. —Enderezó con sus manos el rostro descolgado del hombre.
El hombre no podía modular palabras debido al dolor en su boca, pero eso no le detuvo de lanzar un escupitajo al suelo, que acabó por manchar los pulcros zapatos negros de Taehyung.
—Muy mal, muy mal. —Su padre presionó la mandíbula del tipo y una especie de "crack" se hizo escuchar, acompañado de un chillido adolorido.
Las náuseas invadieron a Taehyung, el olor a saliva mezclada con sangre era asqueroso.
—Yo me encargo de esto —dijo sabiendo que aquel era el plan inicial de su padre—. Simplemente salgan de aquí.
—¡Muy bien, mi pequeño hijo! —Su padre inició una caminata tranquila hasta la salida de la puerta. —Te espero en mi oficina.
Taehyung se quedó solo, bajo una luz blanca casi hospitalaria, y observó detenidamente la sangre correr por el rostro de ese hombre atado a una silla de metal. El color carmesí brillaba ante la iluminación y el olor a muerte embargaba el espacio.
—La gente se busca estás cosas, de verdad —dijo fastidiado por la situación.
Desenfundó su arma y apuntó hacia la cabeza del tipo que le observó duramente. No parecía tener miedo de morir, pero aún así, Taehyung no quiso observar su rostro.
Apartó la mirada y disparó. Luego de un "bam", el olor a sangre acabó de inundar el espacio. Seguro tendría los sesos destrozados, pero no sé detuvo a mirarlo, simplemente salió de allí tan rápido como podría permitírselo a sí mismo.
Un par de arcadas se le subieron a la garganta, y aún así mantuvo un rostro inexpresivo al cruzar los enormes pasillos del área. Uno que otro subordinado se atravesó en su camino, pero en cuanto le vieron, sus cuerpos se inclinaron a forma de respeto.
