«Donde Taehyung es el próximo jefe de la mafia y Jungkook un florista muy amable».
En un mundo donde las jerarquías de poder y las expectativas sociales definen las vidas de las personas, Kim Taehyung se destaca como un Omega dominante decidido a t...
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Para suerte o para desgracia de Taehyung, su receta médica indicaba recibir feromonas constantes del alfa que había provocado su celo. Eso significa tener más sexo con Jeon Jungkook, lo que era igual a probabilidades más altas de quedarse embarazado.
Así que, con eso en mente, y un poco más mentalizado sobre el asunto de las feromonas, se subió a su auto y condujo hacia la floristería de Jeon Jungkook.
Había pasado casi una semana desde su último y caótico encuentro. Le había costado reunir valor para enfrentarse a las feromonas de nuevo. Le había costado más de lo que realmente había pensado.
Aun así, en ese instante se encontraba conduciendo directamente hasta llegar al polvoriento pasadizo que dirigía a la bonita florista que desentonaba con el lugar.
Las luces estaban encendidas aunque la noche ya se avecinaba. Y el alfa causante de más problemas que soluciones, se deslizaba de un lado al otro moviendo macetas con flores.
—Buena tardes, Jungkook —saludó Taehyung luego de entrar a la floristería.
—¡Taehyung! —contestó al saludo sorprendido. —¡Por fin puedo verte! ¿Por qué te fuiste tan temprano el otro día?
—Ah, eso... No me sentía muy bien...
—¿No te sentías bien? —la cara de Jungkook se horrorizó e inmediatamente sus manos se movieron al rostro de Taehyung inspeccionandolo de un lado al otro. —¿Qué pasó?¿Fuiste al médico? Debiste decírmelo, podría haberte llevado. Lo lamento tanto.
Taehyung observó la preocupación de Jungkook y le pareció de cierta forma adorable. "Si no existieran las feromona, quizás las cosas serían más fáciles", pensó.
—No te disculpes, fue mi error no decirte nada —Taehyung acarició las manos de Jungkook que aún seguían sobre sus mejillas. —Fui al médico, todo está bien, pero creo que necesitaré de tu ayuda por un rato más.
Jungkook estaba seguro de que el tacto de Taehyung se sentía cálido y su rostro le pareció adorable. El Omega que tenía enfrente le encantaba, el corazón le saltaba en el pecho de solo verle.
—¿Cómo puedo ayudarte? —preguntó nervioso con la mirada de Taehyung haciendo que pequeños corrientazos eléctricos le recorrieran el pecho.
—Tengo un pequeño desorden hormonal debido al baño de feromonas durante el celo —le explicó un poco —el médico dijo que debía hacerlo durante un tiempo, ya sabes, somos bastante compatibles y eso me ayudaría a estabilizarme.
"Compatibles", la palabra le hizo recordar lo que habían hecho antes, y acabó por sonrojarse, avergonzado de sí mismo por no dejar de pensar en eso.
Por su parte, Taehyung tenía claro que estaba ocultando información, pero no era tan importante, Jungkook solo era un alfa que engendraría al hijo perfecto, ni siquiera eran tan cercanos. Y aunque reconocer ese hecho, hacía que el corazón de Taehyung pesara aún más, se negó a tomarle más importancia que eso.
