«Donde Taehyung es el próximo jefe de la mafia y Jungkook un florista muy amable».
En un mundo donde las jerarquías de poder y las expectativas sociales definen las vidas de las personas, Kim Taehyung se destaca como un Omega dominante decidido a t...
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⚠️ Este capítulo incluye contenido +18 de índole sexual explícita.
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Estaba caliente, sentía que incluso el aire que respiraba estaba hirviendo. Le ardía la piel del cuerpo y la parte baja de su abdomen se revolvía en su interior.
Estaba turbado, no podía distinguir del todo dónde estaba, pero estaba recostado sobre un suave colchón y eso lo hacía sentir un poco más cómodo.
Pero la ropa le sobraba, tenía mucho calor. Así que batalló consigo mismo y con la enorme cantidad de botones que tenía la camisa que usaba.
Se quitó la camisa, y se sacó los pantalones pero el calor no desaparecía. Y su trasero comenzaba a cosquillearle.
Apresurado se sacó también la ropa interior e introdujo su dedo medio en su interior, esperando que el creciente calor y deseo se calmara un poco.
Sacudió sus caderas mientras metía y sacaba su dedo, pero aquello no le dió calma. Introdujo un segundo dedo, y aunque se sintió algo mejor, aquello no era suficiente.
-Jungkook -gimotió - Jungkook... -repitió mientras jugueteaba con sus dedos en su interior.
-¿Ya estás despierto? Te desmayaste en el auto cuando... -La voz de Jungkook se cortó a la mitad de la frase, cuando observó la postura de Taehyung.
Tenía las piernas abiertas y se encontraba totalmente desnudo. Mientras sus dedos jugueteaban con su ano y gemía desesperado.
El pene de Jungkook se endureció con la vista y le tembló la voz.
-¿T-Taehyung...?
El Omega, que se sentía desesperado volvió su vista hacia el olor cítrico mezclado con el sándalo que tanto le había encantado el primer día.
Sintió que el calor empeoraba y se arrastró con las rodillas sobre la enorme cama, cuando observó la entrepierna de Jungkook, dónde su pene resaltaba endurecido.
-Ayúdame -rogó -Necesito algo más grueso. -murmuró aún con sus dedos en su trasero.
Jungkook tragó grueso, las feromonas de Taehyung habían invadido la habitación. Se sentía como si estuviera recostado en un campo de rosas y lirios. Olía tan bien, que Jungkook comenzaba a creer que él también iba a perder la cabeza.
