«Donde Taehyung es el próximo jefe de la mafia y Jungkook un florista muy amable».
En un mundo donde las jerarquías de poder y las expectativas sociales definen las vidas de las personas, Kim Taehyung se destaca como un Omega dominante decidido a t...
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Cuando el agradable olor a madera le hizo cosquillas en la nariz, Taehyung pensó que era un aroma que le gustaba.
Enfocó su vista y se encontró con un chico bastante grande detrás del mostrador, tenía una sonrisa radiante y el pelo negro bastante largo y desorganizado, apenas agarrado en una coleta a la altura de la nuca.
—¿Qué le gustaría llevar, cliente? —preguntó dulcemente.
—¿Tienes peonias? — contestó Taehyung con una pregunta.
—Sí, tenemos peonias. —señaló algunas macetas en el fondo de la tienda. —¿De qué color te gustarían?
—El color no importa, solo dame cualquiera que se vea bonita —respondió restándole importancia al color, al final y al cabo, flores eran flores.
El chico caminó hasta el fondo de la tienda con algunas tijeras en mano y comenzó a cortar delicadamente las flores.
Taehyung empezó a detallar un poco la tienda, habían macetas con flores por todos lados, y alguna que otra vacía. Junto al mostrador había un espacio bastante grande del que colgaban una inmensa cantidad de papeles y cintas para armar los ramos.
—¿Es para alguien específico? A veces entregarles una flor de su color favorito puede ser un lindo detalle, ¡Si tienes algo importante qué decir, también puedes usar las flores! —dijo el chico cuando estuvo de vuelta en el mostrador—. ¿Quieres alguna otra flor en el ramo?
Taehyung negó rápidamente.
—El color no es importante, le gustan las peonias, cualquiera que sea, creo —dijo algo dudoso—. No pongas ninguna otra flor, seguramente lo asociará a algún ex.
Taehyung suspiró cansado de solo imaginar cómo lo mezclarían en ese tipo de discusión.
—¿Es para tu pareja?
—¡No! Ni loco quiero tener algo que ver con él —murmuró aterrorizado —. Con ninguno de ellos.
—¿Entonces?
Taehyung pensó seriamente que el chico estaba indagando más de lo necesario, pero sabía que habían personas que disfrutaban de escuchar las vidas de desconocidos por alguna extraña razón.
—Es para mí hermano —comenzó por explicar —, me pidió que le ayudara a conseguir un ramo para entregárselo a su novio.
—¿Es así? —dijo acompañando su oración con una risita al final.
Taehyung lo observó mas detenidamente. Tenía unos grandes ojos de cachorro, de un bonito color chocolate, y una piel bastante blanca. Vestía una camiseta celeste que se le ceñía al torso, con unos jeans negros, mientras por encima usaba un delantal café.
Tenía una sonrisa radiante, y los dientes bien cuidados. Además de unas manos grandes, que a primera vista lucían algo toscas mientras delicadamente armaba el ramo.
