El Diario de Balthier

1.1 Cuando las nubes se vuelven grises

Veo que sigues insistiendo en leer mi relato. Te estoy muy agradecido, incluso aunque no tenga la certeza de que exista la tercera persona que atienda mi historia.

Siempre pensamos desde pequeños que habrá un final feliz tras una intrépida aventura y un beso para complacer nuestras delicias. Con el paso del tiempo, comenzamos a entender que la vida no son flores y el dia soleado, pero aun así deseamos que una historia tenga un final para recordar. Aquí lo que parece un feliz desenlace es tan solo la introducción a otro drama. La vida también es reir y llorar, finges las sonrisas y tus sentimientos en público para sollozar en tu intimidad, y esto hasta que no lo afrontas se repite una y otra vez. La vida son sentimientos y nosotros un cuerpo, decía Nietzsche.

Lo que vengo a decir es otra vez aquel suceso tan traumático, las sombras dominaron nuestro entorno y poco a pocos nos encerraban en su ser. Y yo para evitarlo, tuve hacer cara a mis sentimientos y manejarlos (os aseguro que no fue nada fácil). No me gusta hablar de ello, tan solo te informaras de ello en los fragmentos de mi diario.

Tampoco podía hablar de ello, a estas alturas ya poco importa, en un universo bajo la influencia del caos, ¿que importa que diga el espeluznante experimento que ideo el ser humano?...

Jueves 17 de Noviembre 2017 3:00 PM

Querido diario, este comienzo inusual y la interrupción de mis quehaceres se debe a que hoy el día ha ido redondo. Asi es, atravieso un estado de gracia y lo mas curioso es que sucede cuando menos me lo espero. Llegar a casa tras liberarme de mi yugo cotidiano y sentir la soledad que se respira en el ambiente

es la mayor sensación de libertad que conozco. De vez en cuando, visualizo antiguas sombras de lo que fue un pasado ''feliz'', y entro en un estado de nostalgia por volver a ver el amor que conectaba a los integrantes de mi familia.

Mi hermana es lo único que necesito cuando precise de amor, ya me acostumbre a ello...

Pero no es este el motivo por el que escribo tan temprano y con una sonrisa de oreja a oreja. Cuentan las leyendas que algún día en 1000 años los planetas se alinean y todos los profesores faltan el mismo día. Que suerte haber vivido tal casualidad. De hecho, hay algunos que se han dado de baja pese a que el curso acaba de dar sus primeros pasos. El otro gran motivo de la hermosa curva de mi sonrisa es debido al progreso que ha experimentado mi relación con la tía mas buena de la clase, hasta tal punto de que comenzaremos a salir como algo serio. Sea lo que sea, pasar tiempo con ella es lo que verdaderamente hace que mi corazón experimente una macedonia de emociones. Si soy realista, no entiendo como yo y Lorena estamos en tal situación. Mi físico no es algo de lo que yo pueda presumir pero tampoco una desventaja. Cuando pienso en mañana solo pienso en estar con ella. Me repatea el higado hablar así, pero no hay otra forma de expresarme. Escribiré luego.

Jueves 17 de Noviembre 2017 8:20 PM

Vaya por Dios, mi descanso me ha privado de muchas horas de estudio. No hay una cosa que me de mas rabia y es la de perder el tiempo, me agobio demasiado cuando tras pensar en como organizarme, me salga del pronóstico.

Los grupos de What's apps estan petados de mensajes, algunos superan los 300. No tengo tiempo para leer toda la mierda por la que han discutido. Además mi madre ha insistido en llamarme, pues se ha registrado 6 llamadas perdidas. ¿Por que mi móvil no ha perturbado mis sueños?

Hablando de sueños, he sufrido una pesadilla un tanto especial. Mi hermana Samanta y yo nos encontrabamos en un paisaje oscuro y deprimente, andando sin ningun fin especifico, hasta que un alarido que nos sorprende por la retaguardia nos estremece. Y fue como una mano gigante que aparece de la propia oscuridad intenta atrapar a Samanta. En ese momento vivo el sueño como un espectador, y observo a mi hermana suplicando clemencia y pidiendome ayuda, mientras la mano la agarra y la estruje como una esponja. Vuelvo entonces a controlar mis acciones, pero lo único que llego a hacer es llorar por ella y arrodillarme incrédulo, mientras la mano regresa. Un dato estremecedor es que aquella mano estaba manchada de grasa y sangre coagulada, pero sus uñas estaban pintadas y bien definidas.