-Minato, tiempo sin vernos -el rubio sonrió ligero al Raikage -es verdad, la situación por la que nos reunimos me hubiera gustado que fuera distinta -el gigante asintió -¿no sé qué demonios hacemos juntos?, es una estupidez, hay que atacar cada quien por su cuenta -el rubio afiló su mirada, no le agradaba el anciano visceral, lo ignoró -¿Suna aún no tiene kage? -Baki respondió -no, aún estamos en proceso de transición Raikage-sama. Hokage, agradecemos su apoyo -el rubio sonrió, Konoha estaba respaldando la seguridad de Suna mientras Gaara tomaba su puesto como kage -te llamas Mei, ¿eres la nueva Mizukage? -la peliroja sonrió amable -estoy como interina, en algunos meses se hará oficial -el Raikage asintió -repito, ¿qué hacemos juntos?, Suna y Kiri no pueden considerarse grandes aldeas hasta que un kage no las respalde -ambos representantes lo vieron con molestia -por kami Oonoki, estamos buscando solucionar un problema que nos concierne a todos, por una vez en tu vida sé empático con la situación -el anciano vio con coraje a Minato -no me estés hablando de empatía por que sólo el maldito rostro tienes empático, tus acciones son viscerales al igual que las mías.
El Hokage suspiró con fastidio -viejo testarudo, si tanto te molesta, ¿a qué demonios viniste? -el anciano apretó el ceño, cruzó sus brazos -tch malditos -el Raikage se calmó -¿quién demonios es este maldito sujeto y qué demonios es lo que quiere o a quién quiere? -guardaron silencio -investigué con los sapos al no encontrar información, saben que mi invocación es de las más antiguas -asintieron dispuestos a escuchar, nadie tenía más información.
-Hablé con Gamamaru-sama, me informó que este sujeto no es de este planeta, es una raza que se dedica a plantar semillas de chakra, un enorme árbol crece, el chakra se distribuye entre el planeta como es nuestro caso, al parecer el árbol se marchitó a causa de la madurez del chakra en nuestro planeta, lo que buscan es recuperar ese chakra y extraerlo del planeta, alimentarse de él y largarse a otro planeta, viajan entre mundos y dimensiones, los sapos sienten el chakra de la naturaleza, su poder está fuera del alcance de todos en este planeta, esa es la realidad -guardaron silencio, Minato siempre había sido serio cuando hablaba, no había motivo para dudar, aunque el Tsuchikage era otro tema -¿por qué deberíamos creer esa estupidez? -Minato afiló su mirada -sino quieres creer no lo hagas, es lo que me informaron, no conozco a un ser que pueda hablar al planeta entero, ser escuchado y retarlo con tanta calma, yo mismo lo ví salir de la maldita fractura en el cielo -guardaron silencio escuchando sus palabras -según los sapos su primer objetivo son los jinchurikis, ya debe estar sobre ellos, oculté al nuestro, les envié un documento urgente que hicieran lo mismo -el Raikage asintió -vienen conmigo, es el lugar más seguro a mi lado-
Minato los vio con cuidado, Bee y la chica se veían preparados, giró su mirada, Baki traía a Gaara y a otro shinobi, Oonoki no traía a sus jinchurikis, Mei tenía a un joven Utakata con ella, también a su consejero y guardia -tal vez no fue tan buena idea traer a los jinchurikis, están reunidos todos en un sólo punto, ese sujeto… -mientras Minato hablaba el techo del edificio salió desprendido de un simple ataque, abrieron sus ojos con terror al ver la facilidad con la que destruyó el techo y la montaña escarpada tras la cumbre, eran dos, no sólo uno, se levantaron con velocidad, giraron su mirada al Hokage y sus guardias, el rubio era un sensor hábil y no lo había detectado, ambos guardias eran Uchihas, los brazos esqueléticos de sus Susanoos cubrieron a los rubios, Naruto apretó la capa del hokage, estaba nervioso.
-¿Quién demonios eres? -el sujeto apretó el ceño -¿cómo te atreves a dirigirle la palabra al gran Momoshiki asqueroso humano?, siento el poder de las bestias reunidas, entreguénme su poder, nos pertenece -lo vieron con cuidado, el Raikage unió sus manos, lanzó un poderoso ataque de rayos, Momoshiki levantó su mano con tranquilidad mostrando un rinnegan en ella, absorbió el poderoso ataque, sonrió con burla, el ataque se regresó con violencia, rayos cubrieron la zona afectando a unos cuantos, dos veces más los lanzó -no ataquen con técnicas de chakra, este sujeto absorbe y las hace suyas, no lo hagamos más fuerte -gritó el Hokage.
Oonoki lo vió con molestia -estupideces -se elevó en el cielo con su golem de piedra, atacó al otsutsuki, el sujeto se burló, su guardia kinshiki golpeó el golem destruyendo con violencia al gigante de piedra, lanzando lejos al anciano quién colocó sus manos en triángulo -yoton -atacó al gigante otsutsuki, este levantó su garrote y golpeó su ataque haciéndolo nulo. Itachi y Shisui sacaron sus tantos, Minato su kunai especial poniéndose a la defensiva. Naruto los observaba con cuidado, veía como caían cada que los atacaban.
Naruto soltó la capa, caminó lentamente, kinshiki agarró del cuello a Gaara, apretó el ceño con coraje, el Uzumaki corrió con velocidad, pateó al gigante con violencia lanzándolo a una montaña la cuál cayó en pedazos, abrieron sus ojos demasiado al ver el poderoso ataque, un chakra amarillo comenzó a notarse, un chico con un chakra amarillo rodeándolo apareció frente a ellos, una capa flotaba a su espalda, tenía una cruz roja en sus ojos, marcas negras en sus mejillas, magatamas circulaban en su espalda.
Naruto giró su mirada con coraje a Momoshiki -¿te encuentras bien? -Gaara asintió, bajó de sus brazos, parpadeaba sin creer el poder del chico que lo salvó -por fin apareces descendiente de kaguya -Naruto apretó el ceño -a mí esa perra no me llama nada, vieja loca, tú y tu raza no son bienvenidos -Momoshiki sonrió con burla -¿a caso tú sí?, no perteneces a esta dimensión -el Uzumaki apretó el ceño, sonrió con arrogancia -tardaste en llegar bastardo-
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Llegué por error... (Itanaru)
Romance...un rubio cayó del cielo sin ser visto gracias a la enorme luz resplandeciente... -qué... demonios?... -Naruto sobó su cabeza con dolor dando vueltas en el suelo, había caído en un callejón... -cachorro... ponte alerta, algo sucede... -el rubio ab...