padres de familia - zb1

23 : como un girasol

4/6

Habían cosas que simplemente eran difíciles de ocultar, para Ricky muchas cosas eran difíciles de esconder como cuando tenía alergia o algo no le gustaba. Pero había algo más difícil de ocultar aún.

Y era su pequeño corazón roto.

—¿Quieres salir hoy?— preguntó Jiwoong asomándose con cuidado en la habitación del mitad chino, desde el día en que, bueno, el día en que lo dejaron plantado, el menor no hacía más que quedarse en casa, utilizar ropa abrigada y dibujar cualquier cosa en su habitación.

—Estoy bien, Taerae vendrá por la tarde— fue la única respuesta de Ricky que siguió concentrado en su dibujo, Matthew le había comprado un gran estuche de 120 plumones de colores y estaba dispuesto a sacarles todo el provecho posible.

Ellos seguían ocupados con los preparativos para la boda, tenían una fecha, pero aún debían asegurarse de que la lista de invitados estaba completa y pasar las tarjetas personalizadas que habían encargado, cosas como la comida y postres, no querían un pastel gigante pero si uno pequeño con linda decoración y simplemente cada vez había más cosas por hacer y organizar, Yujin los seguía de un lado a otro mientras Hanbin y Hao vivían su propia pequeña burbuja llena de citas y cosas melosas de pareja.

—¿Seguro no quieres venir con nosotros hoy?— preguntó Matthew, terminando de firmar y sellar algunos documentos que debía entregar de camino a la boutique donde hacían los trajes —Pasaremos por tu panadería favorita para encargar algunos aperitivos para la boda—  Matthew sabía que a su hijo le habían roto el corazón, y si bien esperaba demasiadas cosas de su adolescencia, de alguna manera siempre le aterró la idea de que su pequeño bebé se enamorase y saliera lastimado, pensó que incluso mataría a cualquiera que lo hiciera llorar. Pero ahora comprendía algo, no podía solo culpar a Gyuvin, el chico no estaba obligado a corresponder sus sentimientos y eso también era algo que Ricky debía comprender.

Incluso cuando no podía solo dejar de preocuparse por ambos, Gyuvin casi no venia de visita últimamente, su estilo de vida también estaba cambiando luego de que su madre consiguiera pareja y su padre haya dejado de vivir con ellos, le preocupaba que tantos cambios pudieran afectar al  chico.

—De verdad estoy bien, Taerae vendrá hoy, vamos a merendar algo juntos— repitió Ricky sonriendo un poco por la extraña preocupación de los mayores, decidiendo extender sus brazos en un claro gesto que Matthew comprendió.

—¿Sabes que siempre serás mi bebé verdad?— preguntó el mayor abrazando con fuerza a su hijo que solo reía por ello —¿Qué quieres cenar? ¿Te traigo algo o quieres que prepare la cena para ti?

—Podemos solo comer pizza hoy, ya suficiente, Jiwoong te está esperando— lo despidió el menor luciendo tan pequeño y frágil como siempre.

Matthew de verdad nunca reparó a pensar en como seria cuando Ricky creciera, cuando dejara de ser su pequeño bebé enfermizo al que debía cuidar las veinticuatro horas ¿Qué haría cuando decidiera estar de novio con alguien? Cuando empezara a pasar más tiempo fuera de casa o peor aún ¿Qué demonios iba a hacer el día en que su hijo decida ser independiente y empezar a vivir solo? Gracias a dios Taerae era un buen chico y siempre era él quien venía a casa, aún así no dejaba de pensar que-

—¿Tú no me estás escuchando verdad?— preguntó Jiwoong con una ligera mueca dejando a un lado la revista sobre flores y ramos, que estaba muy en desacuerdo, solo llevaban títulos como ramos para novias.

—Claro que te estoy escuchando amor, quieres un ramo con peonias blancas, pero no están en temporada así que posiblemente cueste el doble del precio— resumió Matthew aprovechando el semáforo en rojo y que Yujin estaba completamente distraído jugando en su celular para acercarse y robarle un rápido beso a Jiwoong —Yo digo que vayamos por esas peonias.