padres de familia - zb1

09 : estoy listo para esto, seré fuerte

El médico que los atendió hizo todo lo posible para que sus heridas no se vieran tan escandalosas, claro, ahora sin toda la sangre y con un pequeño punto en el pómulo de Hanbin no lucía tan mal como en el momento de la pelea, pero aún así Jiwoong hizo todo un escándalo por ello.

La recuperación tardó algunos días para Gyuvin que tenía la nariz casi rota, aún así el chico no regresó a su casa en todos esos días, tampoco ninguno de sus padres apareció para buscarlo y eso solo volvía la situación del castaño más preocupante para Matthew.

Los moretones tardaron un poco más de una semana en desaparecer y fue el tiempo justo que Ricky necesitó para tomar una decisión.

Estaba listo.

¿Ahora cómo se lo decía a su padre? O más importante aún ¿Jiwoong aún los quería con ellos? El mitad chino observó todo a su alrededor con cuidado, papá seguía en el trabajo y Hao no había podido venir con él ese día ya que estaría ayudando a su madre a organizar algunas cosas en casa, Ricky se levantó del refinado sofá empezando a inspeccionar las cosas alrededor, habían fotos de él y su padre en el gran estante de color blanco, los títulos de papá estaban colgados en su oficina, pero aún tenía algunos en casa.

Entonces decidió solo no decir nada, yendo a buscar aquella gran maleta de color azul marino del armario de su papá y llevándola a su propio cuarto donde empezó a guardar sus cosas más importantes.

—¿Qué te parece un helado hoy? Te puedo llevar a tu lugar favorito— ofreció Matthew a la mañana siguiente, era sábado, pero ambos tenían la costumbre de despertar temprano, incluso si Ricky era solo un tumulto de mantas a su lado en la gran cama.

—¿Puedes pedirle a Jiwoong que me lleve hoy?— preguntó el menor sorprendiendo un poco a Matthew, aún así el castaño aceptó y Jiwoong lo hizo mucho más rápido, no pudiendo creer que Ricky realmente quería salir a solas con él —¿Algún motivo en especial?— preguntó refiriéndose a la razón por la que su hijo quería salir a solas con Jiwoong.

—Papá— Ricky se levantó yendo rápidamente a su habitación, buscando la maleta que había preparado y dejándola junto a la puerta antes de regresar a su lugar en la cama y esconderse debajo de las mantas —Regresemos, podemos ser una familia de cinco, o eso creo— murmuró el mitad chino riendo cuando sintió todo el peso de su padre sobre su cuerpo —¡Me estás aplastando!

—Gracias por ser mi hijo.

—¿De verdad él dijo eso?— Jiwoong tomó las llaves del auto de Matthew aún sorprendido, el castaño le había encargado buscar a Ricky a su departamento y llevarlo a su heladería favorita mientras que él se quedaría con Hanbin y Yujin preparando pizza para el almuerzo, Gyuvin también estaría en casa con ellos y les había prometido un partido de fútbol así que sería una mañana-tarde, entretenida.

Para Jiwoong los papeles parecían haberse invertido, esta vez Ricky estaba completamente tranquilo observando por el vidrio del auto mientras que el pelinegro era un completo manojo de nervios y manos temblorosas a la vez que no parecía tener nada para decir.

El lugar estaba un poco lejos, pero la decoración era realmente preciosa y costosa.

—Encara Messi, encara Messi, encara Messi— gritaba Gyuvin llevándose la delantera del balón, el partido había pasado de ser un simple juego amistoso a un partido de verdad dónde incluso tuvieron que pedirle a Yujin que se quedara en una sillita para que no lo pudieran tropezar, incluso si era un dos contra uno Gyuvin les llevaba la delantera a Hanbin y Matthew —¡Gooool!— gritó el castaño haciendo una especie de celebración extraña que hizo reír a todos, incluso a Hao que estaba sentado junto a Yujin ya que el chino realmente no quería sudar. Había venido un poco temprano ya que Ricky lo invitó a almorzar con ellos.