padres de familia - zb1

travesuras

Ricky terminó su clase con pereza, iba a reclamarle a Hao por haberlo dejado solo ese día, aún así tomó todos los apuntes necesarios para entregárselo por la tarde al chino.

Caminó por los pasillos pensando que hacer durante el tiempo libre, había desayunado demasiado y no tenía suficiente hambre para almorzar, no podía solo sentarse en cualquier sitio porque habían demasiadas personas en todas partes.

Él realmente no se había considerado tan solitario desde que comenzó sus clases en la nueva escuela.

Pero ese día notó que no conocía a nadie más.

Sólo a Hao.

Apretó con cuidado las correas de su mochila mientras caminaba sin un rumbo en particular y pensaba que hacer. quizá los de último año estarían demasiado ocupados, Hanbin no paraba de estudiar para su examen ya que había perdido demasiadas notas, no podía solo molestarlos, realmente solo estorbaría.

—Hyung— murmuró el mitad chino rogando para solo llamar la atención de Hanbin, habían algunos otros chicos en el aula, pero gracias a dios solo Hanbin y Gyuvin voltearon a verlo.

El pelinegro se levantó rápidamente de su sitio, pensando que quizá le había pasado algo.

Y así de alguna manera Ricky terminó pasando toda su hora libre sentado junto a Hanbin y Gyuvin que comían y estudiaban.

—¿Qué tal sí...?— preguntó Gyuvin con aquella sonrisa que Hanbin conocía perfectamente.

—Ni lo pienses— regañó Hanbin ofreciéndole a Ricky una rueda de su gimbap para que el menor no estuviese sin almorzar.

—Oh vamos Binnie, nosotros vamos a graduarnos y Ricky jamás lo conocerá— Gyuvin hizo sus mejores ojos de cachorro y apenas recibió un, está bien, por parte del pelinegro se apresuró en recoger todas sus cosas.

Ricky no sabía a dónde iban, pero Gyuvin no había soltado su mano en todo el camino y el mitad chino estaba tan distraído y nervioso por ello que no notó que se estaba saltando su próxima clase.

—Sólo es una pequeña travesura— le susurró el castaño cuando estuvieron frente a una oxidada puerta al final de un pasillo, guiñándole al menor y ganándose un lindo sonrojo de su parte.

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