XVII. Flor Cosmos.

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Sakura despertó en medio del tercer combate, sintiéndose aletargada y somnolienta debido a los efectos de su estado de enajenación transitoria. Este estado siempre la dejaba exhausta y sin energías. Sin embargo, se sentía agradecida por tener acceso al Byakugo, ya que, sin eso, estaba segura de que quedaría postrada en cama por más de dos días seguidos.

Se levantó atrayendo la mirada de Kakashi, quien le dio una media sonrisa, acercándose a ella, haciendo que todos los demás aledaños a ellos voltearan en su dirección.

— ¿Estás bien, Sakura-chan? —preguntó Naruto, corriendo a ella.

—No te sobre exijas, es mejor que te quedes descansando un poco más. —pidió Kakashi, ayudándola a sostenerse. —Diste una muy buena pelea, Sakura.

—Estoy bien, Kakashi-sensei. —sonrió Sakura, aferrándose a la mano que le tendía Kakashi. —Gracias por detenerme.

Sakura percibió la mirada intensa de Sasuke fijada en ella, analizándola con detenimiento. Sus ojos parecían escudriñarla, como si buscaran desentrañar todos los secretos que aún mantenía ocultos. Era evidente que él quería comprender por qué el estado de enajenación no se había manifestado por completo en ella, recordando el momento en el Bosque de la Muerte cuando lo había atacado. Tal como esa ocasión, parecía más premeditado, como si Sakura estuviera decidida a acabar con Kabuto por su propia voluntad, más que por la influencia del estado de enajenación.

Ella decidió ignorar a posta las miradas del Uchiha.

—Sakura-chan... —llamó Naruto, ayudándola a acomodarse. Ella se encogió un poco, esperando alguna reprimenda por haber ocultado sus habilidades médicas. Pero en lugar de eso, Naruto la llenó de elogios—. ¡Luchaste de manera maravillosa!

Sakura alzó la mirada, perpleja ante las palabras de su compañero.

— ¿Eh? ¿De verdad, Naruto?

La emoción se reflejó en los ojos de Naruto, brillando como estrellas resplandecientes.

—¡Sí, Sakura-chan! Cuando golpeaste el rostro de Kabuto contra el suelo la primera vez, fue sorprendente. Y luego, revelaste más y más de tus habilidades. No podía dejar de mirar. ¡Eres increíble, Sakura-chan!

Por supuesto que Lee no tardó en unirse a ellos.

— ¡Claro que Sakura-san es sorprendente! —afirmó, alzando un puño. — ¡Todos deberían tener que cuidarse de ella!

Sakura percibió claramente la diferencia entre el elogio recibido en su primer enfrentamiento con Ino y el reconocimiento que experimentaba en esta ocasión. Aunque Naruto y Lee la habían felicitado en aquel entonces por dar lo mejor de sí misma, algo había cambiado en esta nueva situación. No se trataba de que sus amigos no hubieran sido genuinos en su apoyo anteriormente, sino que ahora sentía que su admiración era aún más tangible y auténtica.

Era como si ellos por primera vez reconocieran que tenían en ella una persona con la cual podrían rivalizar y así mismo, confiar su espalda. Lo que tanto trabajo le había costado tener en su anterior vida ahora lo sentía ahora en la palma de su mano.

Y decidió abrazarlo.

—A este paso ni Naruto ni Lee-san podrán alcanzarme. —sonrió, guiñándoles el ojo.

De inmediato ambos lo tomaron como un reto.

— ¡Solo espera y verás, Sakura-chan, te mostraré la mejor de las peleas! —gritó Naruto, completamente emocionado.

— ¡Si gano, entonces Sakura-san tendrás que salir conmigo! —afirmó Lee.

— ¡Entonces si yo ganó tendrás que besarme! —se metió Naruto, apartándolo con fuerza.

No me enamoraré en está vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora