XLVIII. Intenta sonreír después de llorar.

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(Llevo ocho capítulos escribiendo mal los números romanos de los capítulos y nadie me dijo nada JAJAJA debí quedar como un idiota) 

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—... aquí puedes tomar agua cuando lo desees. Como Tsunade-sama sigue siendo la líder de la aldea se encarga de muchas cosas médicas, así que tiene su propio suministro de agua —explicó Rock Lee.

Sakura asintió en silencio, mirando la enorme pileta. La verdad era que la media hora que llevaban platicando apenas podía recordad fragmentos de la conversación pues su mente solo estaba recordando lo acontecido la noche anterior; el rostro de Kakashi no era algo que se pudiera dejar de pensar en un solo día, mucho menos ese suave beso que aun le producía cosquillas en su mano y en su estómago.

— ¿Sakura-san? ¿Estás bien?

— ¿Eh? ¡Ah, sí, sí! Lo siento, solo estaba pensando en... cosas —murmuró Sakura, forzando una sonrisa. Pero su mente volvió a Kakashi antes de que pudiera detenerla.

—Sé que no nos hemos visto en un par de años, pero si puedo ayudarte, estaré encantado —dijo Rock Lee, mirándola de reojo. A pesar de la poca iluminación, Sakura sentía que estaba viendo de nuevo a aquel chico que le había salvado la vida, aunque ahora tenía más cicatrices en el rostro y en los brazos al descubierto, resaltando cada uno de sus músculos—. No sé qué piensas de todo este asunto, pero sé que debió ser un golpe muy duro para ti.

—Lo es —admitió ella —. Aunque gracias a Kakashi-sensei y a Gaara-san, ahora es mejor.

—Gaara-san, ¿eh? —hubo un tono nostálgico en su voz —. Supongo que también has visto a Naruto-kun.

La incomodidad se instaló en el ambiente.

—Sí. Gracias a Naruto pudimos encontrar a Tsunade-sama.

La boca de Rock Lee se frunció por un instante, pero se volteó casi de inmediato, comenzando a llenar los cuencos de agua que Sakura y él llevaban. Aunque no parecía hostil hacia ella, Sakura podía sentir que lo era al escuchar el nombre de Naruto. Y, ¿cómo culparlo? A pesar de todo, Naruto era el segundo al mando detrás del ataque a Konoha.

—Sakura-san —llamó cuando terminó de llenar el agua —. Después de que salves a Itachi-san, ¿qué piensas hacer?

—¿Eh? —La pregunta la tomó por sorpresa, y se detuvo un momento, procesando sus palabras.

Él se levantó, dando unos pasitos a ella —. Si tu y Kakashi-sensei están de acuerdo, podrían vivir aquí.

—Lee-san... —comenzó a protestar, pero él la interrumpió con entusiasmo.

—Sé que tomará un tiempo acostumbrarse, pero pueden vivir muy cómodamente aquí. La comida no falta, además tú, como médico, junto con Shizune-san e Ino-san, serían el apoyo que Tsunade-sama necesita para poder descansar y enfocarse por completo en otras cosas...

"Ino" Al oír el nombre de Ino, un pequeño dolor en el pecho le atravesó, recordándole que aún no se quitaba la máscara ante ella, pese a estar a su lado, vigilándola.

—... además, sus habilidades ninja también serían de gran ayuda. Si te da miedo la oscuridad, puedo conseguirte un montón de linternas. ¡Puedo intentar incluso atrapar el sol con mis manos! —dijo, con una sonrisa entusiasta, como si la simple idea de ayudarla pudiera iluminar incluso el lugar más oscuro—. Si tienes pánico a los insectos, yo buscaré cada uno y los reubicaré a un sitio donde no puedan encontrarte.

La imagen de Rock Lee persiguiendo insectos con una red la hizo reír a pesar de la gravedad de la situación. Su corazón se sintió un poco más ligero.

No me enamoraré en está vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora