Amor entre balas

Cap III

"𝙑𝙚𝙣𝙜𝙖𝙣𝙯𝙖"

𝙁𝙤𝙩𝙤 𝙙𝙚 𝘼𝙡𝙖𝙮𝙣𝙖 𝙉𝙤𝙫𝙖𝙠

- ¡Aaaaa! - se estiró - Que bien dormi - abrió los ojos - ¡E! - gritó sorprendida - ¿Que hago acá? - se levantó asustada. Abrió la puerta con mucho cuidado. Bajó las escaleras y se acercó al sofá.

- Buenos días - bostece - ¿Como dormiste? - bostece otra vez.

- Genial solo voy a una fiesta y terminó en la casa de un hombre - dijo colocando las manos en su cabeza - ¡Pero tu eres Alessandro! - se colocó la mano en la boca - ¡No me lo puedo creer! ¿Que hago acá? - se le salieron las lágrimas.

- Haber tranquila - me levanté le coloque las manos en los hombros y la empuje poco a poco hasta lograr sentarla en el sofá - mira yo te voy a explicar pero antes relájate - le sequé las lágrimas con mis dedos y me dirigí a la cocina en busca de algo para beber. Después de preparar un buen capuchino me dirigí hacia ella - Haber toma - le di el vaso con capuchino - Mira recuerdas algo de la fiesta de ayer - le coloque la mano en su muslo, ella asintió con la cabeza.

- Si recuerdo algunas partes - tomó un sorbo de café - se que te estaba esperando y derrepente apareció un chico - bajo la cabeza - Luego de charlar un poco, el me ofreció una cerveza, yo de yo tonta la tomé - se le salió una lágrima - sabía algo raro pero aún así la tomé, después de eso no recuerdo nada más.

- Bueno mira yo me dirigía al baño - lo le conté la otra parte - Y te vi a ti y a un chico en el baño de mujeres - levantó la cabeza - Los iba a dejar hacer lo que estaban haciendo pero como vi que llorabas no dude en protegerte, lo empeze a golpear lo más fuerte que pude hasta que lo dejé inconsciente y como no te podía dejar ahí tirada tuve que traerte para mi casa - me abrazo.

- Gracias, no se lo que haría sin ti.

- No hay de que - sonreí - Siempre puedes contar conmigo - terminó el abrazo y me levanté - Bien ahora te preparare un desayuno ya que debes tener hambre.

- Si pero antes puedes vestirte - se tapó los ojos con la mano. Mire hacia abajo y estaba en calzones.

- ¿Que nunca has visto un hombre desnudo? - sonreí.

- Si, pero no a ti - miro hacia el techo - ¿Te podrías vestir? - miró hacia el suelo.

- Ok - me di la vuelta y me dirigí hacia mi cuarto. Después de vestirme me dirigí hacia la cocina para empezar a preparar el desayuno - ¡Ya está listo! - grité pero no me respondió, en fin el desayuno se trata de huevo frito, con salchichas y jugo de naranja, a y un pan. Cuando llegue a la sala Alayna no estaba, la empecé a buscar hasta que subí las escaleras y oí el sonido de la ducha. Toqué la puerta - ¿Alayna estas ahí? - le pregunté poniendo el oído en la puerta.

- ¡Siii, estoy aquí! ¡Enseguido salgo - Salió envuelta en una toalla - ¿Tienes alguna ropa que me prestes? -

- Si en mi cuarto debe haber algo - me voltie - Cuando termines bajas que te estaré esperando - le dije bajando las escaleras.

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Bien me puse a comer mi desayuno, tenía hambre y Alayna se tardaba mucho. Derrepente escuche los pasos de Alayna, venía de las escaleras, dirigí mi mirada hacia las escaleras. Me sorprendí, no parecía Alayna, estaba súper rara, vestía una camisa que le quedaba por debajo de las rodillas, y a mí me quedaba un poco más abajo del ombligo, unos pantalones que le llegaban un poco más arriba de los tobillos, y a mi me quedan por debajo de las rodillas.