𝐄𝐗𝐓𝐑𝐄𝐌𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐀𝐋 | 𝐂𝐚𝐦𝐩 𝐂𝐫𝐞𝐭𝐚𝐜𝐞𝐨𝐮𝐬

𝐬𝐢𝐱. 𝐰𝐞𝐥𝐜𝐨𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐣𝐮𝐫𝐚𝐬𝐬𝐢𝐜 𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝

(𝐒𝐄𝐈𝐒)
𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎 𝐀 𝐌𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐉𝐔𝐑𝐀𝐒𝐈𝐂𝐎

Intento convencerme que todo saldrá de la mejor manera y nadie morirá, mas es difícil, ni siquiera estando en el aire me siento lo suficientemente seguro.

Las personas a mi alrededor son valientes, después de ver cómo el animal terminó con la vida de gran parte de su equipo ellos se armaron de valor para tratar de matarlo. ¿Y yo? Seguramente solo soy un estorbo.

Cierro mis ojos y aprieto mis puños tratando de tranquilizarme, la voz de Simon logra sacarme de esa burbuja en la que estoy sumergido tratando de olvidar todo lo que esta pasando afuera.

—¿Alguien sirvió en las fuerzas armadas?

Una pregunta repentina, pero que ayuda a apaciguar mis nervios.

—En Afganistán, señor —responde uno de los soldados.

—¿Y su general voló a la batalla con ustedes?

En el rostro del equipo se dibujo una muy poco notable sonrisa. Simon es carismático, si me lo preguntan es la persona perfecta para dirigir el parque.

Se siente una pequeña turbulencia, pero Simon logra recomponer el helicóptero de inmediato.

—Lo tengo, lo tengo —dice Simon, se está volviendo muy bueno piloteando.

Las cosas no están saliendo del todo mal, sólo espero el momento de regresar a la sala de control celebrando por haber acabado con la amenaza.

—Lo tenemos ubicado al sur del aviario, procedan y ataquen —nos comunica Vivian por la radio.

Me quedo helado tan sólo con escuchar eso, si el dinosaurio se acerca mucho a la jaula puede liberar a los Pteranodones.

—Pongan atención muchachos, atención. —Que Simon continúe con esa actitud incluso en situaciones de riesgo me hace admirarlo demasiado.

No estoy listo para esto, suena estúpido, pero la posibilidad de que se abra paso por el aviario solo alimenta más mi miedo. Se me hiela la sangre tan solo de pensar en las fatales consecuencias.

—Las diez en punto, por la jaula —informa un soldado.

La persecución da comienzo, me asomo un poco por las puertas mientras veo como le disparan a la Indominus. Me ensordezco por el ruido del arma, así que me cubro los oídos con mis manos y vuelvo la vista dentro del helicóptero.

Cuando la pesadilla parece estar a punto de llegar a su fin escucho un cristal quebrarse, no necesito asomarme para saber que proviene del aviario, sin embargo la curiosidad me obliga a mirar y al hacerlo veo como una bandada de Pteranodones se dirigen hacia nosotros.

—¡Suba, suba! —exclama el copiloto.

—¡Arriba, arriba, arriba! —grita el soldado qué está a mi lado.

Un Pteranodon ataca y saca del helicóptero al soldado quien con un movimiento rápido logra sostenerse de la torreta, intento acercarme para ayudarlo a subir pero es atrapado por uno de los animales.

—Se lo llevó, se lo llevó —repito en voz baja mientras me aferro con mucha fuerza a mi asiento.

Otro animal atraviesa el cristal del frente y acaba con la vida del copiloto. Cuando pienso que la peor parte ya ha pasado los Pterosaurios dañan los rotores y empezamos a perder altitud rápidamente.

—Simon, ¿qué hacemos?

No tengo esperanzas de salir vivo de esta situación, que estaba pensando cuando decidí acompañar a Simon. Mis manos tiemblan y algunas lágrimas comienzan a brotar de mis ojos, finalmente lo acepto, este es mi fin y no hay nada que hacer al respecto.