El juego trágico

13- No solo los Grey reciben notas ✅

Una, dos, tres, cuatro segundos. Retengo el aire uno, dos, tres, cuatro y cinco segundos y entonces, exhalo.

Alguien toca la puerta de mi habitación.

-¿Deneb? -pregunta Olivia desde el otro lado.

-¿Qué? -contesto sin levantarme de la cama.

-Jacob a vuelto. -pero ni me inmuto de que ese tonto haya vuelto. Después de todo dijo que volvería mañana aunque no me esperaba que de verdad fuese a hacerlo.

-¿Sigue abajo o ya se ha ido?

-Está abajo hablando con Mara y Vivían. No hace falta que bajes puesto que yo creo que ellas dos son bastante capaces de echar a Jacob a patadas de aquí pero era para que lo supieras. -comenta y asiento con la cabeza.

-Vale, gracias. -y se aleja de mi habitación.

Desde ayer llevo pensando en el tipo enmascarado y en cómo poder averiguar su identidad pero es que no tengo nada claro.

Es que no sé ni por dónde empezar.

Si el tal Cole Schneider ha vuelto de verdad, se ha tenido que cambiar de identidad puesto que no hay ningún Cole Schneider en todo Fogrey. Además de que si también ha vuelto, debe trabajar con alguien y que ese alguien estudie en el instituto Grey, el único instituto de Fogrey. A no ser que....

Alguien vuelve a tocar la puerta de mi habitación.

-Deneb, Aiden está abajo. -me avisa Adele y se aleja de mi habitación también.

Me levanto de la cama con pereza y salgo de la habitación en la cual llevo un día entero y bajo a la planta baja para ver a Aiden de pie junto a la puerta. No hay nadie más ni tampoco hay rastros de Jacob por lo que supongo que Mara y Vivían lo han espantado.

En cuanto Aiden me he, sonríe con disimulo.

-Hola -saluda y le hago una seña de que suba.

-Ven, vamos a mi habitación. -y suelta una risa.

-Vaya, no esperaba que fueses tan directa Deneb Grey, una copita antes ¿no?

-Cállate. -gruño y lo llevo a mi habitación.

-Bonita habitación.- comenta y cierro la puerta con seguro para agarrar la silla de mi escritorio y ponerla al lado de la cama mientras que yo me siento directamente en la cama.

-Muy bien, antes que nada tengo que...

-¿por qué estaba Jacob aquí? -pregunta y me sorprende porque iba a empezar a hablar sobre el trabajo de literatura.

-Ah, bueno, Jacob, si. Te podría decir porque ha estado aquí si tú me contestas porque me dijiste que parase la fiesta el otro día. -le chantajeo.

El entrecierra los ojos en mi dirección.

-Seras... -empieza a decir.

-Habla y yo hablaré.

Y parece pensárselo durante unos segundos que me dedico a mirarle fijamente esperando que diga algo.

-No vale que te lo inventes Aiden, espabila o no te respondo.

-Tenia un mal presentimiento. -es lo único que dice y casi se me escapa una carcajada.

-Si, claro, tenías un mal presentimiento y viniste hacia mí corriendo, sudado y con un pánico en los ojos que no era normal. Si, vaya presentimiento tuviste Aiden. -suelto no convencida.

-Es que es complicado. -dice peinándose levemente el pelo. -no es algo que te puedas tomar a la ligera porque no lo es. No fue sólo mi presentimiento, había algo más.

-¿algo más como qué?¿qué más había? -inquiero esperando que se abra.

-Había... había una nota. -dice mirándome fijamente. -había una pura nota en mi habitación minutos antes de irme a la fiesta. ¿Quieres saber que ponía en la nota o puedes averiguarlo por ti misma?

-¿qué ponía en la nota?

-Cuida a Deneb Grey porque en algún descuido, no dudaré en disparar. -dice y cuando termina la frase, hasta yo estoy sintiendo miedo.

-¿Qué? -es lo único que digo procesando sus palabras.

-Te lo juro por lo que más quiero Deneb. -promete mirándome. -Te juro que esa nota estaba encima de mi cama cuando volví del baño. Pensé que quizás podría haber sido alguno de mis amigos o algún vecino que quizás quisiese gastarme una mala broma pero mi habitación está en un tercer piso, mi tío no estaba en casa y cuando me asomé a la ventana no vi a nadie. Tardé cinco minutos en lo que fui al baño y volví. No entiendo quién pudo haber hecho eso en ese tiempo tan corto.

Y a pesar de que no conozco a Aiden y de que quizás me esté mintiendo, creo que le creo.

-Supuse que a lo mejor la persona que puso la nota estuviese escondida en algún lugar de casa pero empecé a registrar cada rincón, cada armario, debajo de la cama... incluso miré dentro de los cajones. -sonrío ante lo último.-pero no encontré a nadie y encima, cuando mire la hora, la había empezado hace media hora.

-Por eso no te vi antes en la fiesta hasta que apareciste asustado..... -reflexiono en voz alta y él asiente.

-Y eso no es todo. -dice sorprendiéndome. -No sólo es eso. Últimamente noto cosas extrañas.

-¿extrañas?¿de qué modo?

-De que quizás creo que sé quién es el enmascarado.

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