003 𝐊ö𝐢𝐧𝐠

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Advertencia: NSFW - Capítulo corto - Oral.

Aviso: Para el inicio me base en un One Shot de "ultraviolencee", todos los derechos del inicio a ella/el.

Ya serían dos semanas desde que me enferme fuertemente, al menos para mi suerte, Köing a cuidado de mi sin ningún tipo de descanso estas últimas semanas. Faltando al trabajo únicamente para quedarse conmigo, prepararme la comida, abrigarme y mimarme ¿qué más podía pedir?

Estaba en la sala jugando Mario en una vieja consola, llevaba una remera de Köing, mis bragas y unas medias hasta el tobillo. Todo iba con normalidad hasta que un olor peculiar y unos ruidos en la cocina desviaron mi atención.

– ¿Cariño qué estás cocinando? –Grité esperando una respuesta del soldado– Es una sorpresa princesa –Dijo desde la cocina, eso solo se podía significar una cosa; en mi cocina habría un desastre.

Pasaron algunos minutos y Köing apareció en la sala con un plato en sus manos. – Te preparé sopa de vegetales, tal como a ti te gusta –Una sonrisa se formó en mi rostro– Eres el mejor novio que existe en este planeta, ¿lo sabes? –Ante mis palabras Köing soltó una leve risa tímida mientras tomaba una cuchara con sopa y la metía a mi boca.– Además de buen novio, eres buen chef –

Ya habrían pasado unos minutos de lo anterior ocurrido, Köing estaba sentado a mi lado con su cabeza en mis muslos, mientras yo todavía jugaba en la vieja consola. – Eres la mujer más hermosa que he visto –Las palabras de Köing provocaron que mis mejillas se sonrojaran notoriamente. En el momento que el superior se dio cuenta se sentó, quedando a un lado de mi.– Muy... Muy hermosa –Exclamó y rápidamente comenzó a dejar besos en mi cuello, llegando hasta mi punto débil, provocándome algunos gemidos. En ese instante pausé el juego y lo observé, observé esos ojos llenos de lujuria observándome.

Sin esperar un segundo más, me tomo entre sus brazos y me sentó en sus piernas. Sin darme un segundo para hablar, me besó de una manera salvaje, demostrando deseo en su manera de besar. – Te deseo tanto ___ –Esas palabras provocaron que mi piel se pusiera completamente de gallina, y que a su vez, mis mejillas tomaran un tono todavía más rosáceo.

Las manos del soldado comenzaron a viajar por todo mi cuerpo, quitando mi buzo lentamente, dejándome únicamente en bragas. Lentamente me recostó sobre el sofá y comenzó a dejar besos húmedos en mi abdomen hasta bajar a mi bragas, comenzando a tocar mi clitorís por encima de las mismas, haciendo que varios gemidos salgan de mis labios.– ¿Recién comienzo y ya estás tan mojada? No sabes lo que te espera cariño... –Exclamó para comenzar a dejar besos sobre la tela, haciéndome  gemir aún más, estaba provocándome y sabía que lo estaba haciendo muy bien.

De un momento a otro retiro mis bragas de golpe, prácticamente rompiéndolas. Un leve grito salió de mi en cuanto sumergió su lengua en mi vagina ya mojada, pasándola por mi clitorís mientras succionaba y mordía levemente. Estaba llevándome al cielo, una de mis manos estaba en su cabello, empujándolo más a mi y otro estaba en mi senos, dándome placer a mi misma. Rápidamente sacó su lengua de mí para meter 2 dedos sin ningún tipo de aviso, de una manera brusca, mientras que su boca estaba en uno de mis pechos, chupándolo y dándole leves mordiscos a mis pezones.– ¡M-Mierda! K-Köing –Parece que escucharme decir su nombre lo prendió aún más, ya que rápidamente me volteó haciéndome quedar en cuatro.

Un gemido de frustración salió de mi cuando Köing dejó de tocarme, mientras tanto el superior, estaba desprendiendo su pantalón con gran desesperación.
Comenzó a rozar su erección contra mi entrada, únicamente para provocarme, para hacerme rogar.
– Dime princesa, ¿quieres tenerme dentro? Tendrás que rogar por ello... –Mis mejillas se sonrojaron al escucharlo hablar de tal manera, casi siempre a la hora de la intimidad se comportaba de una manera pasiva, pero hoy por alguna razón era todo lo contrario. – Por favor Köing... –Susurré– Te necesito... –Sentía como el soldado metía su punta y la sacaba levemente, provocándome gemir por el placer del simple roce pero a la vez por la desesperación. – No te escucho nena... ¿qué dices? –Exclamó en un tono burlón, claramente quería verme rogar por su pene.– Te quiero dentro Köing... – Dije mientras bajaba mi mirada intentando no sentirme avergonzada.

No pasó un segundo más y Köing se introdujo dentro de mi, comenzando a moverse rápidamente sin darme ningún tipo de tiempo para acostumbrarme.
– Hoy no seré gentil cariño...~ –Exclamo entre jadeos de una manera agitada. No podía evitar soltar gemidos fuertes, los cuales se escucharían por todas partes, aún así, en ese momento lo que menos me importaba era eso. Estaba tan hundida en placer que cada vez que Köing me daba una estocada balbuceos salían de mis labios.– ¡M-Mierda! – Exclamaba el superior mientras aumentaba la velocidad de sus estocadas, dando a entender que pronto se iba a correr. Mis gemidos se hacían cada vez más fuertes y más agitados, haciéndome sentir que me faltaban segundos para llegar al orgasmo.

Mis piernas comenzaron a temblar, un nudo se armó en mi estómago, dándome la señal de que me iba a correr.– ¡M-Me voy a correr! –Exclamé entre gemidos y balbuceos. Pude escuchar un gruñido de Köing, dándome a entender que él también estaba apunto. De un segundo a otro se quedó quieto, y ese líquido caliente y espeso comenzó a llenar mi interior, pocos segundos fueron para que yo me corriera a la par de él.

Nos quedamos unos segundos en la misma posición, intentando calmarnos y regularizar nuestras respiraciones. – Eso fue increíble –Exclamó el soldado mientras salía de mi. – Mierda, hicimos un desastre –Dijo mientras observaba cómo el sofá estaba lleno de fluidos. – Eso es lo de menos... al menos ya me siento mejor, ¿verdad? –Dije mientras me reía, a lo cual Köing respondió con una risa tímida. – Pues entonces creo que debería de darte una dosis diaria de tu medicina, ¿no? –

✧.* 𝐂𝐎𝐃 𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𓇼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora