Un Lazo de amor

Capítulo 4: Sailor Moon y mi amor

Aún me resulta vivido ese extraño sueño, a veces me parece vergonzoso mencionarlo en platicas cuando se da la oportunidad de decirlo. 

Esa noche, la televisión había permanecido encendida, y uno de los personajes principales en ese extraño sueño, era Armando.

-Perdona si no puedo ser sincera; solo en mis sueños te lo confieso. Mil pensamientos giran en mi mente, corto circuito me causarán.

-¿De que hablas, Leo?-preguntaba extrañado.

-Ahora mismo quisiera verte. Me hace llorar esa luz de luna; la luz de luna no me deja hablarte, quisiera saber que debo hacer- lo miraba fijamente, con una intensa melancolía- .Un caleidoscopio, es mi corazón. Luz de luna guía mi amor.

-¿De que amor hablas, Leonore?

-Destellos mil de la constelación, cuento uno a uno y me pregunto por el destino de mi amor.

-Leo, no te entiendo.

-Bello romance creo en ti. A dios le pido por sus bendiciones, por que podamos seguir siempre juntos.

-Leo...

-En el pasado, presente y futuro, enamorada de ti estaré. Milagro hermoso es el que nos sucedió. Casualidad al fin nos unió.

-Leo, ¿de que casualidad estas hablando?

-Recordaré por siempre tu mirada, de la primera vez en que nos vimos. Entre millones de estrellas brillaste, cambió la vida para mi.

Me miraba confundido, sin poder comprender las palabras que salían de mis labios.

-Sé que el milagro se dará, es el milagro del amor.

En ese preciso momento, el ruido de la alarma me despertó precipitadamente. Ya era tarde para ir a la secundaria. Me levante, me duche, me vestí lo más rápido que podía y baje a desayunar.

Luego de desayunar un omelette y una taza de café negro con dos de azúcar, salí de mi casa y me dirigí a la escuela.

Justo cuando salía, me sorprendí al ver a Armando.

-¡Mando!- saludé de manera enérgica y sorprendida. Se volteo y me lanzó una mirada de sorpresa.

-Leo, ¿nos vamos a la escuela?- sonreí y asentí.

Me miró con su hermosa mirada de melancolía que resplandecía ante el sol.