Capítulo 14.2: Relación Falsificada (Narrado por Amarís)

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Pasaron unas semanas antes de que Estrella, conociera a mis padres, sus suegros falsos.

Estrella llegó a mi casa y se detuvo frente a la puerta, hasta que se decidió por tocar el timbre; la estuve observando desde la ventana de mi habitación, mientras terminaba de alistarme.

Cuando tocó el timbre, corrí a las escaleras, asegurándome de que no me vieran. Mi madre se acercó a abrir la puerta; ella es una mujer de 45 años, chaparrita, delgada y de cabellos platinados hasta la cintura.

-Hola, soy la señora Depount, tu debes de ser Estrella.- Estrella se quedó estupefacta en la puerta.

-Claro, usted debe ser la madre de Amarís.

-Sí, mucho gusto estrella. Stella Depount- se presentó mi madre-, pero entra, adelante. Amarís no debe tardar en bajar.

Estrella entró y en la sala de estar se encontraba mi padre, quien es un hombre alto, fornido, de mechones blancuzcos.

-Hola, muchacha, soy Arturo Depount.- se presentó mi padre levantándose del sillón y estrechando la mano de Estrella de manera amigable.

-Hola, señor Depount, soy Estrella.- Saludo con nerviosismo.

Justo en ese momento terminé de bajar las escaleras y entré en la habitación en la que se encontraban todos reunidos.

-Hola, te extrañe mucho.- Balbuceé con los dientes apretados.

-Hola, yo también te extrañe mucho, linda.- Respondió Estrella mirándome fijamente con expresión de terror. Mientras tanto mis padres nos miraron fijamente, encantados de ver la escena que ellos creían era real y no solo un espejismo que yo  misma monté y que muy en el fondo deseaba que fuera verdad,  pero no me gustaba mucho mostrar lo que realmente sentía por ella, pues sería darle la razón y mi confianza, y esas eran dos cosas que no me gustaba mucho entregarle a cualquier persona...pero Estrella no era cualquiera.

Me acerqué lentamente a Estrella y la abracé.

-Bien, ahora te voy a besar, sé que es lo que quieren ver.- Le susurré al oído. Me separé lentamente de Estrella y la tomé de las manos. La miré a los ojos y sostuve su rostro con una de mis manos. Me acerqué lentamente a sus suaves labios rosados, y la besé. Al besarla sentí como si una tormenta revolviera mi estómago, solo eramos ella y yo allí, y por un momento me olvidé de que todo eso era una mentira.

Al separarme de Estrella, mi madre no pudo evitar suspirar, y bueno, yo tampoco lo podía evitar.

Durante toda la comida, mis padres interrogaban a Estrella sobre su vida, sus sentimientos y sus intenciones conmigo. Cuando acabó la comida, me apresuré a pedir permiso para salir con Estrella.

-Mamá, papá, ¿Estrella y yo podemos salir?

-¿A dónde irán?- Preguntaron los dos al  mismo tiempo.

-A un antro bien chido.

-Está bien, pero las queremos de regreso a las 12.

-Claro, jefes, adiós.

Salimos de casa y subimos a un taxi. Fuimos a un antro llamado "Chicago". Entramos al antro y nos dirigimos a la barra. Estrella se acercó y pidió un coctel preparado y yo pedí un six de cervezas.

-¿Por qué quisiste venir aquí conmigo, preciosa?

-Amm, no lo sé, solo quería salir de allí.- Respondí. El resto del tiempo permanecimos en silencio, mirándonos ocasionalmente mientras bailábamos.

En una de las idas a la barra de  Estrella, noté que el tipo que nos servía las bebidas le agregaba algo a estas. Dejé de tomar, pero Estrella no, y aunque trataba de que dejara de beber, no me hacía caso.

Un Lazo de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora